Estar en forma no depende sólo de la actividad física. Si queremos obtener un buen rendimiento, es crucial cuidar nuestra alimentación... tanto antes como después. Como lo oyes, de nada sirve correr una hora si después no nos alimentamos correctamente.
Si quieres evitar lesiones, recuperar bien tus tejidos musculares, reponer energía y estar como una rosa para el siguiente día de entrenamiento, es fundamental comas relativamente pronto tras finalizar la práctica de ejercicio. Y lo que ingieras debe aportarte proteínas e hidratos de carbono.
¿Qué quiere decir recuperar los tejidos? Las fibras musculares de desgastan durante el deporte, por eso necesitas tomar alimentos ricos en proteínas. Algunas buenas opciones son los lácteos naturales, el huevo, las legumbres o la carne.
Lo más probable es que te sientas cansada después del esfuerzo, ¡debes recuperar fuerzas! Ten en cuenta que nuestro cuerpo almacena la energía en forma de glucógeno y, al igual que se descarga la batería de tu móvil, después del ejercicio físico el glucógeno también se agota. Hay que recargarlo tomando alimentos ricos en hidratos de carbono, como los cereales, las frutas y los frutos secos.
Te propongo un postentreno estupendo y completo: prepárate un bol de queso fresco batido con frutas y mantequilla de cacahuete. ¡Delicioso! De todos modos, cualquier propuesta que aúne estos dos macronutrientes te irá bien. Procura que sea algo que te guste y no resulte difícil de tragar.
Pero saber lo que hay que tomar es igual de importante que conocer qué evitar. Quizá puede apetecerte una cervecita después de la carrera, pero recuerda que el alcohol deshidrata ¡y tú cuerpo lo que te pide es agua! Así que prioriza un vaso de agua fresquita para recuperar el tono.
En cuanto a tus dudas sobre la dificultad para comer después de la actividad física, debes saber que no es una simple percepción personal. Tras la práctica del ejercicio, nuestro cuerpo va a asimilar con más velocidad los nutrientes que le ofrecemos porque ¡nos los pide a gritos! Sin embargo, es muy común no tener apetito después de una sesión de deporte o cualquier otra actividad fuerte.
El cuerpo es sabio y, cuando hacemos ejercicio físico intenso, sabe que la sangre no tiene mucha utilidad en el aparato digestivo, así que el flujo sanguíneo se centra en las extremidades que están en movimiento. Por eso, es muy común perder el apetito tras la práctica intensa de ejercicio.
Además, hay otro dato a tener en cuenta, la liberación de la hormona grelina, encargada de estimular nuestro apetito, puede verse suprimida con las prácticas largas de deporte: si el organismo segrega menos grelina, tienes menos hambre.
Si esto es lo que te sucede esto, no te preocupes. Tu cuerpo va a seguir asimilando, aunque más lentamente, estos nutrientes cuando todo se reestablezca de nuevo.