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La mousse de chocolate
Las sustancias que contiene el chocolate favorecen la formación de serotonina.
- En lugar de optar por las versiones más calóricas (con leche, frutos secos, etc.), elige un chocolate negro especial para fundir y elabora tu propia mousse mezclándolo con aguacate. Es una magnífica merienda que te dará energía y placer inmediato.
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Compotas de frutas
Está demostrado que las personas que incluyen más alimentos "naturales" (frutas y verduras) en su dieta sufren menos tristeza.
- Si alguien te menciona el nombre de este postre –compota de manzana y pera con zanahoria caramelizada– empezarás a salivar de inmediato. Está tan rica como imaginas (usando canela y no azúcar) y "no pesa".
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Tartaleta de frutos rojos
Los pigmentos de los frutos rojos –las antocianinas– son antioxidantes que mantienen el cerebro joven, ágil y sano.
- Puedes añadirlos, por ejemplo, a una tartaleta mini rellena de crema ligera de limón (con su jugo, huevos, yogur desnatado y gelatina y estevia en lugar de azúcar). De esa forma no superará las 150 calorías, y podrás regalarte un pequeño bocado de placer para las jornadas en que necesites un empujón.
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Batidos de yogur
Un yogur desnatado con fresones basta para experimentar una agradable sensación al llegar a los postres tras una comida ligera.
- Otra opción es un postre a base de kéfir con plátano y semillas de chía, requesón con miel y nueces... son sabores y texturas que alegran el paladar.
Así aligeras tus postres
Hay mil maneras de elaborar postres que no desequilibran tu dieta:
- Bizcochos con harina integral. La fibra del cereal entero favorece el tránsito intestinal y es especialmente saciente. Por tanto, además de ayudarte a ir al baño, comes menos cantidad porque te llenas antes.
- Jarabe de ágave en lugar de azúcar. Es calórico, pero su índice glucémico es más bajo, por lo que no provoca picos de glucosa en sangre tan bruscos como el azúcar de mesa.
- Aceite de oliva en lugar de mantequilla. Ambos son calóricos, pero los ácidos grasos del aceite de oliva virgen extra son saludables, mientras que la grasa de la mantequilla es saturada y rica en colesterol.