Es posible que te preguntes por qué a pesar de que ya han pasado un par de semanas de las fiestas sigues sintiéndote saturado, como si tuvieras el estómago sucio.
Tus comidas ya vuelven a ser las de siempre, ¿entonces por qué no hay manera de volver a la normalidad?
Después de unos días comiendo diferente, es muy frecuente tener esas sensaciones. Es como si necesitaras un “reset", un reinicio. Y eso no se consigue solo dejando de comer platos de celebración y turrones.
Qué causa la sensación de estómago sucio
El cambio de hábitos y el exceso de azúcares de los dulces navideños pueden alterar nuestra microbiota intestinal (las bacterias buenas que los habitan) y, en consecuencia, nuestras digestiones.
- Es probable que los ritmos de ir al baño te hayan cambiado o que hayas sentido una hinchazón abdominal que antes no tenías.
Por lo tanto, la clave ahora, es volver poco a poco a tu alimentación de antes, y si tu dieta habitual no era demasiado equilibrada, también es momento de instaurar unos nuevos hábitos alimentarios que te ayuden a sentirte más limpio y ligero aprovechando el inicio del año.
Las claves para limpiar el organismo con la dieta
Para ayudar a nuestro sistema digestivo a retomar el control, debemos…
- Evitar las cocciones grasas y ponérselo fácil con preparaciones suaves. El vapor, el hervido, el horneado o el salteado son buenas opciones. Es muy importante utilizar siempre aceite de oliva en crudo y jamás requemarlo con altas temperaturas.
- Dejar de utilizar salsas que son especialmente grasas e indigestas y especias muy picantes que puedan irritar nuestra mucosa estomacal.
- Reducir los azúcares e hidratos de carbono al mínimo. Y no para cuidar la línea, si no para mantener a raya a esos hongos y bacterias que hayan podido sobrecrecer en nuestro intestino debido al exceso de azúcar. Recuerda que tus fuentes principales de hidratos de carbono deben ser la fruta, las verduras y los cereales integrales. Intenta evitar el resto de fuentes de carbohidratos simples como los dulces, la miel y el azúcar.
- Hacer uso de especias carminativas, que ayudan a reducir los gases y la distensión abdominal. Las más relevantes son: el comino, hinojo, menta, anís, tomillo y cilantro. Puedes elaborar aceites de estas hierbas o espolvorearlas en tus platos. El hinojo y el cilantro también se pueden consumir en crudo, por ejemplo, picados en las ensaladas.
- Incorporar antifúngicos y antibióticos naturales en todas nuestras comidas. Los más importantes son el clavo, el orégano, la canela, el ajo, la menta, el tomillo y el aceite de coco. Con ellos, se elaboran aceites esenciales que combaten el sobrecrecimiento de hongos en todo el tracto digestivo, desde la boca hasta el intestino.
la prueba que revela que necesitas una limpieza
Revisa tu lengua en el espejo: si tiene una capa blanca y al raspar con los dientes ves como arrastras un fluido blanquecino, puedes sospechar de sobrecrecimiento por hongos.
En este caso, utilizar estos componentes antifúngicos te será especialmente útil:
- Tomar infusiones digestivas antes de dormir para normalizar poco a poco la salud de nuestro estómago. Algunas hierbas contienen propiedades para desinflamar el sistema digestivo. Te recomiendo especialmente una combinación de jengibre fresco con regaliz. También sirven los clásicos como la manzanilla, la canela, el carraspique blanco, la alcaravea, la angélica, el cardo mariano, la celidonia, la melisa o la menta.
- Beber suficiente agua y eliminar por completo el alcohol. Toma al menos 8 vasos de agua para mejorar el tránsito intestinal e hidratar tus células. No bebas bebidas azucaradas, gaseosas ni alcohólicas que perturben tu salud intestinal impidiendo ese reinicio digestivo tan necesario.
Tres aliños que te ayudan a depurarte
Para finalizar, recuerda que no solo es importante que técnicas utilizas para preparar tus platos. Cómo los sazones o acompañes también puede ayudarte. Prueba estas propuestas:
1. Aliño de cúrcuma, ajo y jengibre
Usa 2 cucharadas de este aliño cada día para acompañar ensaladas o verduras frescas. Tritura 360 ml de aceite de oliva, 2 cucharaditas de cúrcuma molida, 80 ml de vinagre de vino tinto, 120 ml de zumo de limón, 5 g (1 trozo) de raíz de jengibre fresca, 3 g (1 cucharadita) de sal (opcional) y 3 dientes de ajo. Este es un aliño con componentes antiinflamatorios (cúrcuma), antimicrobianos (ajo) y digestivos (jengibre).
2. Barniz de aceite de coco y tomillo
Calienta durante 15 minutos 2 cucharadas de aceite de coco con 1/2 cucharada de tomillo seco. Esta preparación es ideal para barnizar tus carnes o pescados al horno. El coco y el tomillo son antimicrobianos y además son una gran herramienta para desinflamar tus mucosas.
3. Picada de ajo, hinojo y aceite
Prepara un picadillo de 1 diente de ajo, 1/2 hinojo fresco y 50 ml de aceite de oliva. Utiliza esta mezcla para acompañar tus carnes, pescados o para darle un toque fresco a tus verduras favoritas. El hinojo es de los carminativos más potentes, que junto al ajo, antibiótico natural, convierte esta picada en un recurso ideal para mejorar tu salud digestiva.