¡Come un 15% menos… para vivir un 20% más! Eso es lo que aconsejan muchos científicos que analizan cómo influye el peso en la esperanza de vida.
- En la inmensa mayoría de los casos, la obesidad no se hereda sino que es el resultado de repetir costumbres que los expertos califican como obesogénicas, es decir, capaces de favorecer la obesidad.
- La diferencia entre quienes consiguen librarse de unos kilos y aquellos que no lo logran está, la mayoría de veces, en hacer pequeños cambios… y repetirlos a diario, hasta que se conviertan en un hábito.
Pequeños gestos que te ayudan a adelgazar
Los siguientes consejos te ayudarán a deshacerte, de forma mucho más fácil, de los kilos que te sobran.
- Si usas aceitera es muy posible que agregues el equivalente a 3 o 4 cucharadas de aceite a tus platos, lo cual estaría aumentando en más de 300 kcal ese –ligero– menú. Pero si te acostumbras a añadir ese condimento con un spray pulverizador logras llegar a todos los rincones con el equivalente a una sola cucharada (90 kcal).
- Si alguna vez fríes, no trocees el alimento. Así, habrá menos superficie en contacto con el aceite y este penetrará en menor cantidad. Y ten en cuenta que cualquier carne o pescado empanado queda igualmente crujiente si se asa en el horno. Lo mismo ocurre con barritas de pescado, albóndigas o croquetas.
- ¿Te gusta el pulpo? Pues no dudes en tomarlo. Es un alimento excepcional que te ayudará a perder peso: 85 gramos suman solo 150 kcal… ¡Y menos de 2 g de grasa! Sus proteínas te mantendrán saciada durante horas.
- Jamás tomes un plato soso. Ten por seguro que, si eso ocurre, tu cerebro se desquitará más tarde pidiéndote algo sabroso… y calórico. Cuidarte tiene que resultarte placentero. Experimenta con especias y hierbas aromáticas.
Escribe tu propio diario de "pecados" cuando te saltes la dieta
- No duermas menos de 7 horas. ¿Por qué? Pues porque si duermes poco… comes mucho. ¡Está comprobado!
- Micro-gimnasia que ayuda: con pequeños gestos como meter el abdomen o apretar los glúteos de vez en cuando vas recordando a tu cuerpo y a tu mente que estás "en modo auto-cuidado" y que debe propiciar la pérdida de peso.
- Ten tu propio diario de 'pecados' (más pan del habitual, un cruasán, demasiadas galletas, un bollo extracalórico…). Si eres consciente de esos 'pecados', tu mente, instintivamente, procurará no abusar de ellos.
- Los economistas americanos aconsejan pesarse cada día porque dicen que con ese recordatorio visual economizamos esfuerzos y nos volvemos más eficaces.
- Aromatiza tu hogar con menta: ese olor rebaja la sensación de hambre.
Si a estos consejos sumas los 10 trucos con cambios en tu alimentación y en tu forma de cocinar que te ofrecemos a continuación, podrás notar cómo tu silueta se aligera.