La dieta Mediterránea y la dieta MIND protege el cerebro de la demencia.
El alzhéimer es un tipo de demencia que se relaciona con cantidades anormales de depósitos de proteína beta amiloide y tau en el cerebro que provocan cambios en este órgano y conducen a los síntomas propios de esta enfermedad.
Los factores que llevan a una acumulación anómala de estas proteínas pueden ser múltiples y se sabe que la dieta tiene una función protectora en este sentido.
Un nuevo estudio publicado en Neurology ofrece nuevas pistas en esta dirección al demostrar que hay dos dietas que pueden proteger el cerebro de la acción tóxica de estas proteínas: la dieta mediterránea y la dieta MIND.
proteínas que causan alzhéimer
La proteína beta amiloide y la tau son necesarias para un correcto funcionamiento del cerebro, pero si no se eliminan correctamente actúan como un tóxico para este órgano.
Se forman placas de beta amiloide y ovillos tau que van matando las neuronas, lo que interfiere en la memoria y en la capacidad para resolver problemas.
El estudio al que nos referimos sugiere que las personas mayores que siguen la dieta MIND o la dieta mediterránea tienen mejor salud cerebral y su deterioro cognitivo es menor.
Para comprobarlo, investigadores de la Universidad de Rush reclutaron a 581 personas con una media de edad de 84 años que acordaron donar sus cerebros a la ciencia tras su fallecimiento para estudiar la demencia. Los participantes completaron cada año cuestionarios sobre su alimentación. De promedio, murieron 7 años años después del inicio del estudio. Un 39% tenía un diagnóstico de alzhéimer antes de morir y un 66% cumplía con los criterios de diagnóstico de alzhéimer al examinar sus cerebros tras su muerte.
El efecto protector de la dieta mediterránea y la dieta MIND en el cerebro
Tras analizar los cerebros de todas las personas fallecidas, comprobaron que los que habían seguido la dieta MIND tenían cantidades de placa beta amiloide y ovillos tau correspondientes a una persona 12 años más joven. Por tanto, la dieta había retrasado la progresión de la enfermedad.
Los efectos fueron aún más positivos con la dieta mediterránea: los que la seguían tenían una acumulación de placa correspondiente a una persona 18 años más joven.
También observaron que los participantes que comían 7 o más porciones de vegetales de hoja verde a a la semana tenían placas equivalentes a las de alguien 19 años más joven.
En qué consiste la dieta MIND
La dieta MIND fue desarrollada por el equipo de la dra. Martha Clare Morris, epidemióloga nutricional de la Universidad de Rush.
Estudios anteriores de la Universidad de Rush ya han demostrado que este híbrido de la dieta mediterránea y DASH (dieta diseñada para controlar la hipertensión) puede reducir el riesgo de que una persona desarrolle alzhéimer.
Para hacernos una idea rápida, la dieta MIND establece 15 grupos dietéticos:
- 10 grupos de alimentos saludables para el cerebro. Verduras de hoja verde, otras verduras, frutos secos, arándanos, legumbres, cereales integrales, pescado, pollo, aceite de oliva, vino (una copa al día).
- 5 grupos no saludables. Carnes rojas, mantequilla y margarina en barra, queso, pasteles y dulces, y fritos y comida rápida.
Para cumplir con la dieta MIND, una persona necesitaría comer:
- Cada día tres porciones de granos integrales, una de verdura de hoja verde, otra de verdura y una copa de vino.
- Merienda la mayoría de los días con nueces.
- Legumbres cada dos días.
- Aves y frutos rojos al menos dos veces por semana.
- Pescado al menos una vez a la semana.
También hay que limitar la ingesta de los alimentos designados como no saludables:
- Tomar menos de una cucharadita al día de mantequilla.
- Comer menos de una porción a la semana de dulces y pasteles, quesos grasos, fritos o comida rápida.
Alimentos principales de la dieta Mediterránea
La dieta Mediterránea nos resulta mucho más familiar porque es un patrón dietético inspirado en los hábitos alimenticios tradicionales de países mediterráneos como Grecia, Italia y España.
Esta dieta se basa en el consumo de cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas, y el aceite de oliva es la principal fuente de grasa. Permite un consumo moderado de lácteos, pescado y aves, pero limita las carnes rojas, los alimentos procesados y los dulces.