Dentro de los límites de lo sano
Según la Organización Mundial de la Salud, el azúcar no debe aportar más del 10% de las calorías diarias tanto en niños como en adultos. Para hacernos una idea más clara: para una dieta de 2.000 calorías (la idónea para un adulto sano), son unos 50 gramos de azúcar, el equivalente a unas 12 cucharillas de café.
- Es importante recalcar que cuando la OMS habla de azúcares no solo se refiere a los refinados como el que se añade al café (sucrosa), también alude a la glucosa o la fructosa. Tanto si se trata de añadidos artificiales en bebidas refrescantes y todo tipo de alimentos procesados como si están de forma natural en zumos de fruta o siropes.
- De modo que si seguimos el consejo de la organización internacional, muy probablemente la mayoría de las personas deberán hacer un ajuste en su alimentación. Ahora bien, puestos a mejorar la dieta reduciendo los azúcares libres, por qué no vamos más allá y elegimos los más saludables, aquellos que aportan nutrientes útiles y no solo calorías vacías como el azúcar refinado. En la galería que acabas de ver hemos seleccionado algunos de los edulcorantes naturales que se presentan como un buen abanico de opciones frente al azúcar blanco.
¿Es seguro el consumo de sacarina?
Entre los edulcorantes artificiales, sin duda, la sacarina es la estrella. ¿A quién no le han dado a elegir entre azúcar o sacarina al pedir un café en un bar? Una oferta poco variada que, por otro lado, es totalmente lógica, ya que este edulcorante artificial es uno de los más consumidos, tanto entre las personas que siguen una dieta de control de peso como por aquellas que simplemente quieren reducir la presencia de azúcar en su alimentación.
Sin embargo, los argumentos a favor y en contra afloran y se enfrentan con recurrencia tanto entre la comunidad científica como entre los propios consumidores. La cuestión es que hoy la sacarina es un edulcorante autorizado por la EFSA (Autoridad de Seguridad Alimentaria), lo cual, debería ser suficiente para aplacar las críticas.
- Por otro lado, la sacarina tiene asignado un valor (máximo) de Ingesta Diaria Admisible (conocido como IDA), en concreto de 5 mg de sacarina al día por kilogramo de peso corporal. De modo que, dentro de estos márgenes. el uso de sacarina puede entenderse como seguro.