¿Es verdad que engorda más la miga del pan que la corteza?

Mucha gente que se preocupa por su peso tiende a pensar que la miga del pan, por su textura, engorda más y se comen la corteza dejando la deliciosa miga a un lado. Aclaramos si eso es así.

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Engorda más miga o corteza de pan
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El pan blanco aporta hidratos de carbono simples y no tiene fibra.

Marta Verona
Marta Verona

Nutricionista y cocinera

Pensar que la miga del pan engorda más que la corteza no es más que  una falsa creencia. ¿Engorda más la parte externa y dorada de un bizcocho que su miga? Claro que no, porque es la misma masa. ¡Lo mismo sucede con el pan!

Los ingredientes del pan, como los del bizcocho, son los mismos en toda la masa: agua, harina, sal y levadura; así que no engorda más una parte que otra. Simplemente, la corteza se deshidrata más y está más cerca de la fuente de calor, por eso, adquiere ese tono tostado y crujiente. Otra cosa es que con la corteza del pan te quedes satisfecho y no te comas la miga. Comerás menos cantidad pero también desaprovecharás parte del alimento.

Lo que importa es el tipo de pan

Más que pensar en qué parte del pan engorda más o menos, tendríamos que centrarnos en el tipo de pan que estamos tomando. Eso sí influye en nuestra salud.

Partamos de la base de que el pan no es un alimento imprescindible. Nos aporta poca proteína, y encima incompleta, y energía en forma de azúcar simple. Vaya, que lo que nuestros ojos ven como una barra de pan suculenta y recién horneada, nuestro intestino lo ve como cualquier otro azúcar. Es así de claro.

por qué es mejor el pan integral

Si eres amante del pan mejor que compres el más saludable, el integral, . ¡Ojo! El pan integral no adelgaza (otra creencia muy extendida). Es más, el pan blanco y el integral tienen las mismas calorías, pero nos interesa más el segundo porque nos sacia más, gracias a la fibra, y favorece que no picoteemos tanto.

La fibra cuida nuestra flora intestinal y ayuda a que el azúcar del pan atraviese la barrera intestinal de forma gradual y entre poco a poco al torrente sanguíneo, aportando la energía de forma dosificada, evitando picos de glucosa que no son más que un exceso de azúcar en la sangre que se acumula fácilmente en forma de grasa y aumenta el riesgo de diabetes.

Para que realmente sea integral tiene que realizarse con el 100 % del grano entero. Esto quiere decir que incluye la última cubierta del cereal, el salvado, donde se encuentra la fibra.

Que sea de color oscuro no significa nada: puede ser de un cereal refinado (sin el salvado) que sea oscuro, como el centeno.

Tampoco significa nada que lleve semillas; simplemente tendrá más sabor y será más crujiente, pero eso no quiere decir que el cereal de su harina vaya a ser entero.

Finalmente, que un etiquetado diga “fuente de fibra” solo quiere decir que, hay 3 g de fibra por cada 100 g de producto. Total, que si comemos 50 g de pan, estamos comiendo 1,5 g. ¡Eso y nada es lo mismo!

Gracias a La famosa "Ley del pan” podemos relajarnos. Entró en vigor en julio de 2019 y regula que solo se pueda llamar pan integral al que contenga 100 % harina de grano completo.

Aún así, mira el etiquetado. Si el primer ingrediente es harina 100 % integral, estas comprando un buen pan.