Los expertos de Harvard se ponen de acuerdo: este es el pescado más barato y saludable de las pescaderías españolas pero comemos poco

Se trata de una variedad de pescado azul que es una gran fuente de proteínas, omega 3, hierro, zinc y vitamina B12. A diferencia de otros pescados, también contiene mucho calcio y vitamina D.

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Hay un pescado con propiedades muy saludables que deberíamos comer con más frecuencia y no es caro.

Maria T Lopez nutricionista
María T. López

Farmacéutica. Técnica en Nutrición y Dietética

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Comer más pescado que carne, sobre todo carne roja, es una consigna saludable que la mayoría de la gente conoce aunque luego no se ponga en práctica. El pescado suele gustar menos que la carne, en especial a los niños pero, sobre todo, es más caro. Pero hay un pescado con propiedades muy saludables que deberíamos comer con más frecuencia y no es caro: la sardina. Probablemente es algo que aquí ya sabíamos, pero ahora son expertos de Harvard los que realizan la recomendación.

Por qué es mejor comer pescado que carne

Sustituir la carne roja y las carnes procesadas (hamburguesas, salchichas, embutidos) por proteína procedente del pescado, el marisco o las aves se relaciona con menos riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.

El consumo de pescado o de pollo también es mejor para el medio ambiente porque en su producción se utilizan menos recursos y generan menos gases de efecto invernadero.

Pero hay una opción aún mejor para la salud y el medio ambiente: "comer pescados y mariscos pequeños, que son los que están más abajo en la cadena alimenticia. En lugar de las opciones populares como el salmón de piscifactoría o el atún enlatado, considere la caballa o las sardinas", sugiere Christopher Golden, profesor de nutrición y salud planetaria en la Escuela Chan de Salud Pública de Harvard.

Beneficios de los peces pequeños

Christopher Golden enumera las propiedades y ventajas de consumir peces pequeños como la sardina, el arenque, la caballa y las anchoas:

  • Son una gran fuente de proteínas.
  • Contienen micronutrientes como hierro, zinc y vitamina B12.
  • Son ricos en ácidos grasos omega 3 que reducen la inflamación y mejoran el equilibrio de los lípidos (colesterol LDL y HDL) en sangre.
  • Aportan mucho calcio y vitamina D porque se consume el pescado entero, incluidas las espinas que son diminutas, a excepción de la caballa que tiene espinas más afiladas y duras.
  • Contienen menos contaminantes como mercurio y bifenilos policlorados si se comparan con peces grandes como el atún o el pez espada. Los peces grandes concentran más toxinas porque se alimentan de peces pequeños.

Comer sardinas es más sostenible que comer salmón

Comer peces pequeños no solo es beneficioso para la salud, también es más sostenible. "Resulta más respetuoso con el medio ambiente comer directamente peces pequeños que usarlos para hacer harina de pesado para alimentar a salmones de piscifactorías, cerdos o aves de corral", apunta Golden en un artículo publicado por Julie Corliss en el portal de Harvard.

Además, los salmones también comen granos que requieren más recursos (tierra, agua y energía) y pesticidas para producirlos.  Por suerte, recuerda el experto, las piscifactorías están empezando a sustituir la harina de pescado por productos altamente nutritivos para alimentar a los salmones.

Un pescado común en la dieta mediterránea

Para un norteamericano probablemente es extraño comer sardina pero para los españoles resulta un pescado muy familiar. Las sardinas y las anchoas son habituales en la dieta mediterránea. Es mejor consumirlos frescas pero las versiones en lata también son una alternativa y resultan más económicas. En el caso de las anchoas en conserva no se debe abusar, es especial en caso de hipertensión, porque llevan mucha sal.

En cuanto a las sardinas, si las consumes en lata es mejor que estén conservadas en aceite de oliva virgen extra ya que tiene propiedades más saludables.