Los españoles somos grandes consumidores de helados. Según un estudio elaborado por una consultora privada, somos los terceros que más gastan en helados y los cuartos que más consumen a nivel mundial, con un consumo por habitante de 10,67 litros o, lo que es lo mismo, 192 bolas al año.
La mitad del consumo anual de helados en España tiene lugar en junio, julio y agosto. Y es que el helado es una opción muy apetecible para refrescarse en los momentos de calor. Sin embargo, tal y como señala en un artículo de la Universitat Oberta de Catalunya la profesora Mariona Bolfegó, "un consumo habitual de helados ultraprocesados no es la elección más saludable para hidratar el cuerpo. Contrariamente a lo que se pueda pensar, sus elevados niveles de azúcar aumentan la sed en lugar de quitarla", explica.
Los helados tienen cierta "mala fama": que si engordan, que si contienen demasiado azúcar... Pero no todos son iguales. Según expertas de la UOC, deben evitarse al máximo los helados ultraprocesados, porque incluyen azúcares, grasas, sal y aditivos. Pero los yogures helados, con una base 100% de yogur natural, son una alternativa recomendable.
Azúcares en los helados
Según el tipo de helado y la calidad y cantidad de los ingredientes, su valor nutritivo y energético varía. Por ejemplo, los que contienen lácteos son una buena fuente de calcio, proteínas completas y algunas vitaminas (sobre todo las del tipo B).
Sin embargo, los helados elaboradas a base de leche o nata y los de agua también tienen un alto contenido de azúcares (sacarosa, glucosa, etc.), que representa como mínimo un 20% o un 30% del peso total.
"Dos bolas de helado pequeñas o un polo de hielo contienen unos 25 gramos de azúcar, el equivalente a cuatro cucharadas de postre de azúcar", explica Bolfegó, también dietista y experta del Máster de Nutrición y Salud de la UOC.
Cabe recordar que los 25 gramos de azúcar que aporta normalmente una ración de helado son la cantidad máxima de ingesta diaria de azúcares que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) en adultos y niños, subraya la UOC en su artículo.
En este sentido, tanto Balfegó como Montserrat Rabassa, también profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, recomiendan reducir al máximo el consumo de este tipo de azúcares que se pueden encontrar en productos como los helados ultraprocesados.
helados ultraprocesados, menos sanos pero enganchan
Desde la UOC insisten que a la hora de elegir un helado, sea de agua o de leche, es importante tener en cuenta la calidad de los nutrientes utilizados para su elaboración.
"Por eso, deben evitarse al máximo los helados ultraprocesados, porque incluyen azúcares, grasas, sal y aditivos. Utilizan varios ingredientes, como caseína, lactosa, gluten, aceites hidrogenados, jarabe de glucosa o fructosa, conservantes, colorantes, edulcorantes o potenciadores del sabor", señalan las profesoras de la UOC.
"Estos productos son muy agradables al paladar porque contienen ingredientes que los hacen muy sabrosos, pero pueden convertirse en adictivos, porque estimulan el sistema de recompensa del cerebro", remarca Rabassa.
Para evitarlo, la profesora aconseja elegir las opciones más saludables. Y un truco es fijarse en el número de ingredientes: "cuanto menos ingredientes haya en la composición de un helado, mejor; querrá decir que está menos procesado", insiste.
Lo mejor es Prepararlos en casa
Lo ideal es que los prepares en casa, o al menos, intenta que sean lo más artesanales posible. Para reducir la cantidad de azúcar, opta por hacerlos de frutas dulces y maduras (higos, pera, mango...).
Ten en cuenta que el plátano o el aguacate aportan cremosidad. Así te ahorras parte de la leche y sumas fibra, grasas saludables...
"Un helado casero con chocolate y frutos secos puede ser bastante calórico, pero nada tiene que ver con un helado ultraprocesado; el tipo de grasas y azúcares no es lo mismo", añade Balfegó.
Como alternativa saludable, la experta también aconseja los yogures helados, con una base 100% de yogur natural, que ahora se pueden encontrar en los supermercados.
Un truco para evitar sumar calorías es tomarlo a media tarde en lugar de como postre en la comida y que la ración sea de 50 g (nunca más de 100). Además, trata de compensar con una cena ligera: verdura, pescado blanco y fruta. Si lo tomaras de postre, hazlo al mediodía mejor que por la noche y luego sal a caminar un poco.
Los diferentes tipos de helados
De agua
- Los polos son los más ligeros, tienen un 88% de agua. Van de 39 kcal por unidad a 95-100 kcal, según la cantidad de azúcar.
- Los sorbetes tienen un máximo de 80% de agua y un30% de aire, así que son poco calóricos (65 kcal). Para considerarlos "de fruta" deben tener un 15% de ella.
- Los granizados (de piña, sandía, té verde) son una buena opción.
Con grasa no láctea
- Los helados elaborados con grasas vegetales son más ligeros. Una bola mediana puede aportar unas 78 kcal.
- Otra ventaja es que no contienen colesterol ni lactosa (el azúcar de la leche).
- Sin embargo, la grasa vegetal usada suele ser de coco o de palma (principalmente saturada), por lo que abusar no es cardiosaludable.
Cremosos
- En vaso o cucurucho, son bastante más energéticos (de 100 a 350 kcal por 100 g, o más), ya que se elaboran con lácteos y azúcares.
- El ingrediente básico es la crema de leche. Una bola pequeña supone unas 116 kcal (sin contar las de la galleta).
- Con leche desnatada resultan más ligeros.