A veces las mejores soluciones las conocemos, pero de tan sabidas nos hemos olvidado de ellas. Una de las bebidas más recomendables para tomar cada día es la infusión de manzanilla.
Seguro que todos la hemos tomado alguna vez cuando no estábamos bien del estómago. Lo que quizá no sepas es que sus beneficios van mucho más allá que un simple digestivo. Por algo la tenían siempre a mano nuestros antepasados. Y nuevos estudios han dado base científica a todo las propiedades que se le atribuyen.
La manzanilla ayuda a controlar el azúcar
Una de las propiedades menos conocidas de la manzanilla es la de ayudarnos a mantener a raya el azúcar (los niveles de glucosa en sangre) después de las comidas.
Lo ha puesto en evidencia un reciente estudio de la Universidad de Tabriz (Irán). La investigación consistió en dar una taza de manzanilla después de cada comida a un grupo de voluntarios. En total, tres tazas al día. Lo hicieron durante dos meses. Estos es lo que pasó:
- El nivel de glucosa antes de comer se había reducido en un 11%.
- La insulina, que es la hormona que necesitamos segregar para poder regular la glucosa, ya no era tan necesaria y se había reducido en un 32%.
- También mejoraron los niveles de colesterol en sangre.
¿Por qué pasa esto? “La manzanilla reduce la velocidad a la que nuestro organismo convierte los hidratos de carbono de los alimentos en glucosa”, según explicaba la nutricionista y divulgadora francesa Jessie Inchauspé.
Además, esta infusión también ayuda a que el intestino absorba menos glucosa y la pase a la sangre.
Consigue que tengas un vientre más plano
Relacionado con el control de la glucosa, otro de los efectos de la manzanilla menos conocidos es su capacidad para evitar el sobrepeso y mantener un vientre plano.
La manzanilla tiene propiedades relajantes y evita la hinchazón de vientre
Otro estudio previo, de 2019, constató que esto se consigue a partir de uno de sus principios activos, el bisabolol. Tiene propiedades relajantes del músculo liso del aparato digestivo. Ayuda a que desaparezca la hinchazón.
Además, es una infusión, con lo cual nos ayuda a llenar el estómago sin aportar ninguna caloría. Como ya tiene un sabor dulzón no es necesario ponerle nada. Puedes añadir algún edulcorante o, si no eres estricto, una gota de miel o un poco de azúcar. Si la tomas por la noche, te mantendrá hidratado y te ayudará a eliminar las toxinas durante el sueño.
Otros beneficios de la manzanilla
Te hemos comentado los más novedosos, pero los beneficios de la manzanilla son muchos más. Confirmados por generaciones que la han utilizado desde que se empezara a extender su cultivo desde los Balcanes al resto de Europa y Oriente Medio.
- Alivia los problemas de estómago. Es un relajante estomacal. Por eso se popularizó para aliviar los trastornos cuando algo nos ha sentado mal y nos duele la barriga o tenemos acidez o náuseas.
- Te ayuda a la digestión. Por eso es una de las infusiones más recomendadas tras las comidas, especialmente si son copiosas. Sus efectos se agradecen sobre todo tras un banquete.
- Favorece el descanso nocturno. Ayuda a relajarnos y a conciliar mejor el sueño. Por eso es tan recomendable también en la cena.
- Suaviza los dolores menstruales. La manzanilla tiene propiedades que relajan el útero y reducen la producción de las sustancias que causan inflamación y dolor en la regla. Por eso es una aliada de las mujeres.
- Protege nuestras células. Tienes propiedades antioxidantes que, como bien sabes, ayudan a proteger las células de nuestra piel de los rayos solares. Es otro aliado antienvejecimiento.
Errores al tomar la manzanilla
De la manzanilla utilizamos sobre todo sus hojas, con las que se preparan las infusiones. También la encontrarás en otros formatos en herboristerías y supermercados. Las opciones son múltiples: extracto, aceite esencial, flores secas.
Y sus usos se han extendido en otros aspectos. No todos recomendables. Por ejemplo, tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Eso hizo que durante mucho tiempo también se utilizara para aliviar las irritaciones de ojos. Hoy los oftalmólogos disuaden de hacerlo. Como no siempre la colamos bien, pueden quedar restos de la flor que irriten aún más el ojo.
Esas propiedades antiinflamatorias sí las podemos aprovechar como enjuague bucal. O podemos utilizarla en los resfriados para ayudar a hidratar las mucosas. Una taza de manzanilla ayuda a la descongestión nasal.