La kombucha contiene bacterias probióticas que mejoran el control de la glucosa en sangre.
Unos niveles altos de glucosa en sangre favorecen la diabetes. Y para las personas que ya sufren la enfermedad, no controlar el azúcar en sangre a unos niveles óptimos supone un gran riesgo para la salud. Por eso todo lo que ayude a bajar los niveles de glucosa interesa y mucho. Y hay una bebida milenaria que puede contribuir a ello, según ha demostrado un estudio de la Universidad de Georgetown. Nos referimos a la kombucha, la bebida de moda entre las celebrities.
Este té fermentado originario de China que data del año 200 antes de Cristo contiene bacterias y levaduras que supuestamente mejoran la inmunidad y los niveles de energía, reducen los antojos de alimentos o alivian la inflamación intestinal, pero realmente no hay estudios concluyentes sobre estos efectos. Ahora sí hay evidencia científica de que ayuda a prevenir y controlar la diabetes.
Qué es la kombucha
La kombucha es una bebida obtenida a partir de té verde o negro azucarado que se somete a un proceso de fermentación con un tipo de microorganismos, conocidos como SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast) o hongo de la kombucha.
Durante la fermentación, las bacterias y levaduras del té endulzado convierten los azúcares en ácidos (acético, láctico y glucónico) que tienen acción probiótica, es decir, se convierten en microorganismos beneficiosos para la microbiota intestinal.
El proceso de fermentado otorga a la kombucha su sabor peculiar, convirtiéndola en una refrescante y natural bebida carbonatada, con un sabor parecido a la sidra pero con un toque agridulce.
Control de los niveles de glucosa
Para estudiar el efecto beneficioso de la kombucha en el control de los niveles de glucosa, un equipo de de la Universidad de Georgetown examinó los efectos de esta bebida en personas con diabetes.
En el estudio, un grupo consumió 1/4 de litro de kombucha al día durante cuatro semanas, mientras que el otro tomó una bebida placebo. Después de un periodo de descanso de dos meses, los grupos cambiaron de bebida durante cuatro semanas más.
Los científicos descubrieron que la kombucha redujo los niveles promedio de glucosa en sangre en ayunas después de cuatro semanas, de 164 miligramos por decilitro a 116. Sin embargo, la ingestión del placebo no mostró una diferencia significativa. La Asociación Estadounidense de Diabetes sugiere que los niveles de azúcar en la sangre antes de las comidas deberían estar idealmente entre 70 y 130 miligramos por decilitro.
Kombucha para reducir el azúcar
La kombucha contiene bacterias productoras de ácido acético y de ácido láctico, que serían las responsables de la reducción de los niveles de glucosa.
El ácido acético es el mismo que contiene el vinagre, aderezo al que también se le otorgan propiedades para reducir el azúcar. Según diversos estudios, el ácido acético actúa en varios niveles del proceso digestivo: ralentiza la digestión y aumenta la saciedad, y bloquea el paso de glucosa del intestino a la sangre. El ácido acético también aceleraría el transporte de glucosa por la sangre hasta las células, actuando como una ayuda para la insulina. De esta forma evitaría que la glucosa se acumule en la sangre y provoque hiperglucemia.