La píldora de la juventud podría llevar siglos descubierta: la dieta Mediterránea.
Un estudio realizado por investigadores del CIBEROBN ha comprobado que seguir este tipo de alimentación no solo reduce los niveles de colesterol malo y el peso, también favorece la longitud de los telómeros.
Y la longitud de los telómeros es un indicador de longevidad. Cuanto más largos son, más "jóvenes" se mantienen las células.
Qué son los telómeros
Los telómeros son partes de ADN que se encuentran en los extremos de los cromosomas. Un símil recurrente es compararlos con la protección que hay en los extremos del cordón de un zapato.
- Con el tiempo esa protección se va desgastando, y el cordón se deteriora y se va acortando.
Pues bien, los telómeros son esos extremos de los cromosomas que protegen la integridad del ADN de la célula.
Sin embargo, cada vez que la célula se divide, se van acortando y van perdiendo esa función protectora. Hasta que finalmente la célula muere o no funciona correctamente, que es lo que ocurre en el cáncer.
Hay estudios que demuestran una conexión directa entre la longitud de los cromosomas y el envejecimiento.
Personas que viven muchos años tienen los telómeros más largos, y eso se traduce, por ejemplo, en unas venas y arterias más jóvenes y flexibles, y con menos placa de ateroma o hipertensión (la presión arterial alta es la primera causa de muerte en el mundo).
Dieta mediterránea y longevidad
Aunque hay una base genética importante, los hábitos de vida influyen en la longitud de los telómeros. Y la alimentación es uno de ellos.
Pero, a pesar de los múltiples estudios que se han hecho sobre la dieta Mediterránea, hasta ahora no se había estudiado su impacto en la longitud de telómeros, que pueden considerarse como un reloj biológico del envejecimiento celular.
Un estudio llevado a cabo por investigadores del CIBEROBN en la Unidad de Nutrición Humana de la URV-IISPV ha evaluado como afecta la dieta mediterránea, el ejercicio y la restricción calórica a la longitud telomérica y al estrés oxidativo.
No olvidemos que el estrés oxidativo es lo que produce la degradación de la célula y, en consecuencia, de los telómeros.
- Los investigadores estudiaron a 69 personas no diabéticas con síndrome metabólico del estudio PREDIMED-Plus a lo largo de un año.
- En el tiempo que duró el estudio, pudieron observar que la adherencia a la dieta mediterránea mejoró los parámetros metabólicos de los participantes del estudio.
- Aumentaron las concentraciones de colesterol HDL (conocido como colesterol "bueno") y bajaron de peso.
- Además, comprobaron un cambio favorable en la longitud de los telómeros, lo que hace pensar que los beneficios anteriormente mencionados de la dieta mediterránea para la salud (menos colesterol y obesidad) puedan estar en parte mediados por los telómeros.
"Los resultados de esta investigación nos permiten destacar la importancia del consumo de alimentos característicos de la dieta mediterránea para mejorar la calidad de la dieta, retrasar el envejecimiento celular y reducir el riesgo de padecer enfermedades a través de la prevención del acortamiento telomérico", señala Jordi Salas, investigador principal del CIBEROBN.
La esencia de la dieta Mediterránea
La dieta mediterránea se caracteriza básicamente por lo siguiente:
- El uso de aceite de oliva como principal fuente de grasa.
- Alto consumo de verduras, frutas, legumbres, cereales integrales o frutos secos ricos en componentes antioxidantes.
- Cantidades bajas o moderadas de alimentos de origen animal como lácteos, carnes rojas y alimentos procesados o ricos en azúcar.
En los últimos años, diferentes estudios han demostrado que la adherencia a este patrón dietético reduce el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, obesidad o patologías de origen cardiovascular.
Además, este nuevo estudio sugiere que puede jugar un papel clave en el mantenimiento y equilibrio de los telómeros, un indicador de envejecimiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento desde un punto de vista biológico como la consecuencia de la acumulación de una gran variedad de daños a nivel molecular y celular a lo largo del tiempo, lo que provoca una reducción gradual de las capacidades físicas y mentales y un aumento del riesgo de enfermedad.
Y uno de los indicadores de envejecimiento es el acortamiento de los telómeros, esas estructuras que se localizan al final del ADN y son las responsables del mantenimiento y la estabilidad de los cromosomas.