¿Existen alimentos que puedan evitar resfriarte esta temporada?
Las últimas investigaciones dejan bastante claro que, más que existir alimentos milagrosos (como se suele pensar con el zumo de naranja), lo que funciona realmente es adoptar un tipo de alimentación que refuerce tus defensas, cosa que puede ayudarte a evitar enfermarte con más frecuencia durante el invierno.
Es cierto que no se puede afirmar que comer un alimento en concreto hará que no te resfríes pero la combinación de ciertos productos con un estilo de vida sano sí pueden ser una fórmula eficaz de protección contra los virus.
Es importante potenciar los alimentos y nutrientes que pueden ser beneficiosos para mantener el sistema inmunológico en plena fórmula.
alimentos que "activan" tus defensas
Si priorizas el consumo de alimentos especialmente "protectores" que contengan las vitaminas y minerales que favorecen las defensas, podrás cuidar tu sistema inmune sin tener que recurrir a suplementos vitamínicos de farmacia.
- Las zanahorias, las espinacas, los lácteos, el huevo... son ricos en provitamina A, sustancia que colabora en el mantenimiento de las barreras naturales que tu organismo tiene contra las infecciones, es decir, que ayuda a sanear tus mucosas.
- Cítricos, pimientos rojos y verduras de hoja verde son ricos en vitamina C que aunque no es una garantía contra los catarros sí se ha comprobado que estimula a las células del sistema inmunitario para que actúen mejor en caso de contagio.
- El aceite de oliva, las pipas de girasol, los cereales o los frutos secos contienen vitamina E tiene propiedades antioxidantes y por ello puede ayudar a “restaurar” el sistema inmunológico cuando está debilitado, por ejemplo, tras haberte sometido a un tratamiento farmacológico con antibióticos.
- Marisco, huevos, pollo, legumbres y germen de trigo poseen minerales imprescindibles como zinc cuya carencia puede generar desequilibrios en el sistema de defensas. También es clave el hierro, que lo encuentras en las legumbres y verduras de hoja verde. Por otro lado, el selenio, otro mineral imprescindible para las células inmunológicas está en los frutos secos y en los cereales integrales.
- Incluye también en tu dieta yogur con miel, un auténtico tesoro antivírico, ajo y cebolla, que en crudo son antisépticos y cuidan las mucosas, y el pescado azul, que incentiva la formación de células protectoras.
la alimentación antigripal
Según un informe del Grupo de Inmunonutrición del CSIC, para que los mecanismos inmunológicos de la defensa se lleven a cabo con normalidad, se requiere un nivel adecuado y variado de determinadas vitaminas y minerales en tu organismo.
Debes priorizar alimentos ricos en estos nutrientes pero no es necesario excedernos con ninguna de ellos: los que ingieres de más no tienen ningún beneficio real para tu organismo, es decir, no se trata de comer naranjas y mandarinas en cantidades desmesuradas.
La forma más sencilla de lograr que tu cuerpo esté preparado para afrontar una invasión de virus o bacterias es apostar por una alimentación equilibrada y variada, con diversidad de alimentos que te proporcionen todos los nutrientes esenciales.
Lo ideal sería que alrededor del 80% de los alimentos que tomas estuvieran “en estado natural” para obtener el máximo de vitaminas, minerales y enzimas. Los productos ultraprocesados, las comidas preparadas y un exceso de grasas y azúcares harán el efecto contrario.
Infusiones para reforzar tu organismo
Algunas tisanas pueden ayudarte a mantener tu sistema inmunológico en perfecto estado. Si acompañas sus beneficios con unos hábitos de vida saludables, afrontarás este otoño-invierno con más posibilidades de esquivar infecciones.
- Equinácea. Aumenta las defensas naturales del organismo, ya que multiplica el número de glóbulos blancos en la sangre, favoreciendo la destrucción de posibles agentes infecciosos. Gracias a ello, resulta muy eficaz en la prevención y tratamiento de enfermedades como la gripe o la sinusitis. No debe administrarse en diabéticos o personas afectadas de patologías autoinmunes graves o esclerosis múltiple. Tómala una vez al día (por la mañana o la noche), pero no durante más de dos meses seguidos.
- Romero. Tiene propiedades balsámicas y unos elevados niveles de vitamina C en sus hojas y flores. No se recomienda en caso de sufrir hipertensión, epilepsia o gastritis. Hierve 5 minutos una cucharadita de hojas secas. Deja reposar 10 minutos tapado y cuela.
- Escaramujo. De nuevo, su alto contenido en vitamina C es su mejor propiedad. Se prepara dejando una cucharada en un vaso de agua durante una noche. Por la mañana añade tres vasos de agua más y hierve. Cuela la infusión y déjala reposar unos minutos antes de tomarla. Si quieres aumentar su efecto, endúlzala con un poco de miel.
- Hibisco. Es un aliado de tu organismo porque es rico en ácido cítrico y vitamina C. Dos tazas diarias es la cantidad recomendada.
- Tomillo. Tomarlo cada mañana te permitirá afrontar el otoño y el invierno con toda la energía necesaria. Esta planta contiene una sustancia (el timol) con fuertes propiedades antisépticas, antifúngicas y antibacterianas que fortalecen el sistema inmunológico. Añade una cucharadita no colmada por taza de agua. Hierve 3 o 4 minutos, deja reposar, cuela y sirve.
- Malvavisco. Sus elevados niveles de mucílagos protegen las mucosas del sistema respiratorio. En el caso de sufrir diabetes, debes tenerse especial cuidado, ya que puede provocar un descenso de los niveles de glucosa. Hierve una cucharada de hojas y flores por cada taza. Toma un máximo de 3 al día.
Añade miel: doble beneficio
Si a las plantas recomendadas les añades miel, el efecto se duplica: por un lado, mejoras la absorción de sus principios activos, y por otro, resulta muy útil en el tratamiento y prevención de catarros e infecciones respiratorias.
Además, con ello endulzarás tu infusión sin necesidad de añadir azúcar.