Expertos de la UOC alertan sobre los 10 alimentos que más perjudican la salud cardiovascular

La dieta juega un papel fundamental en la salud de nuestro corazón. Puede ayudarnos a reforzar este músculo vital o puede aumentar significativamente el riesgo de sufrir algún problema cardiovascular. Una experta nos da diez de los principales alimentos perjudiciales para el corazón.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Chica comiendo patatas

El consumo frecuente de snack puede dañar tu corazón.

RBA

Hemos escuchado muchas veces que la dieta mediterránea es el ejemplo típico de cómo a de ser nuestra alimentación para tener una buena salud cardiovascular y aumentar nuestra esperanza de vida. Es un ejemplo, aunque no es la única. Los cardiólogos y nutricionistas también apuntan las bondades de la dieta atlántica, propia de Galicia, donde hay una gran número de longevos.

En general, la dieta de costa española es buena: es variada, e incluye pescado, muchos vegetales y se centra en productos frescos. Es la teoría. En la práctica, buena parte de la población hoy opta por platos más rápidos o directamente preparados, que se alejan de esta dieta ideal. A veces, sin saberlo.

Por ejemplo, aunque la carne blanca, como la de pollo es la más recomendable, no lo es tanto que nos habituemos a los pollos a l’ast, ya que son cocinados con grasas no tan sanas y a los que se añade mucha sal para hacerlos más sabrosos.

Los platos perjudiciales para el corazón

No es el peor de los errores. La nutricionista Gemma Chiva-Blanch, profesora de Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, nos propone una lista de diez tipos de alimentos muy habituales en nuestra dieta y que están entre los más perjudiciales para el corazón. Nos alerta que un consumo en exceso, como se suele hacer, “pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares”.

  • Carnes procesadas: las salchichas, embutidos o el bacon contienen muchas grasas saturadas y aditivos. Aumentan el colesterol, el riesgo de hipertensión y, por tanto, el riesgo de infarto.
  • Carnes rojas: son fuente de hierro y proteínas por lo que se puede consumir esporádicamente. Pero no más de dos veces por semana y es lo que hace la mayoría. “El consumo excesivo se asocia a más riesgo por el alto contenido en grasas saturadas”, recuerda la especialista.
  • Fritos: patatas, buñuelos y otros alimentos rebozados se han de vigilar. Sobre todo si el aceite es industrial. Son ricos en grasas trans y aumentan el colesterol ‘malo’, el LDL. “Además, suelen tener mucha sal, azúcar y calorías, por lo que aumenta el riesgo de obesidad”, dice.
  • Alcohol en exceso: sin entrar en que algunos estudios ven cardioprotector el consumo de una copa de vino o de cerveza, el alcohol en general aumenta la presión y debilita el músculo cardiaco.

 

Las malas compras de supermercado

Ojo sobre todo al ir a comprar al supermercado. La nutricionista encuentra allí algunos de los productos más tentadores por la facilidad de consumo y más perjudiciales.

  • Bollería industrial: galletas y pasteles de supermercado son otra fuente de grasas trans y además solo aportan calorías vacías de nutrientes.
  • Bebidas azucaradas: Los refrescos y las bebidas energéticas son una fuente enorme de azúcar que tomamos casi sin darnos cuenta. Contribuyen a más riesgo de obesidad, diabetes y otros problemas que pueden acabar dañando tu corazón.
  • Cereales azucarados: el gran problema de la dieta infantil por su exceso de azúcar. Opta por cereales integrales y añade fruta fresca y frutos secos al bol de leche.
  • Pasta, crema y sopas envasadas: la mayoría de estos productos que compramos tienen exceso de sal y aumentar el riesgo de hipertensión.
  • Salsas comerciales: el kétchup, la mayonesa (que por cierto es más correcto mahonesa, de su origen en Mahón) y otros preparados de ensaladas suelen tener mucha azúcar, sal y grasas poco saludables.
  • Bolsas de aperitivos: las patatas chips, galletas saladas e incluso los frutos secos cuando son fritos y salados tienen exceso de sal y grasas poco saludables.

Qué más envejece el corazón

La profesora Chiva-Blanch apunta que el secreto de una buena dieta es el equilibrio y la variedad. No es partidaria de prohibiciones tajantes. “Se puede disfrutar de estos alimentos de manera ocasional y en porciones pequeñas”, explica. Lo importante es priorizar alimentos poco procesados e incluir abundantes legumbres, cereales integrales y vegetales.

En cuanto a la carne, que parece que ha de ser el plato fuerte de cada menú, la nutricionista recuerda que las legumbres, la carne de pollo o pavo sin piel y los pescados son las mejores alternativas, y ya nos dan suficientes proteínas.

Si comemos muchas grasas, especialmente la que procede de animales, y además tenemos una vida sedentaria, la salud del corazón se resiente”, confirma el doctor Salvador Macip.

El corazón es un músculo. Para que se mantenga fuerte es muy importante que sus tejidos envejezcan lo menos posible. Para retrasar este envejecimiento, la dieta es fundamental.

En el futuro puede que haya fármacos que retrasen el envejecimiento del corazón debido a la edad”, admite. Pero hoy por hoy lo único que podemos hacer es ejercicio y cuidar la dieta.