Curiosamente, son uno de los frutos secos menos consumidos. Pero seguro que si todos conociéramos las innumerables recetas que se pueden preparar con ellos, los anacardos formarían parte del top 10 de alimentos que sí o sí tienen que estar en nuestra despensa.
- Son fuente de fibra, grasas saludables y proteínas de origen vegetal. Además, contienen vitamina E (antioxidante), vitaminas del grupo B (implicadas en infinitos procesos corporales) y vitamina K (que regula la coagulación sanguínea).
- Atesoran minerales como el magnesio, cobre, fósforo, manganeso, selenio, zinc y hierro.
En resumidas cuentas, un fruto seco que además de poderse utilizar en recetas dulces y saladas es una joya nutricional.
Por su contenido en grasas saludables y almidón, los anacardos corren el riesgo de enranciarse y reblandecerse. Por eso, mejor tenerlos en un sitio seco, fresco, escondido de la luz solar y en un recipiente hermético. Puedes incluso conservarlos en la nevera para que duren más tiempo.
También te aconsejo que los compres a granel para reducir el consumo de envases plástico.