En España se estima que un 63,2% de la población presenta déficit de vitamina D, que se obtiene principalmente a través de la exposición solar.
En otoño e invierno es especialmente difícil sintetizar esta vitamina puesto que no hay tantas horas de sol ni los rayos son tan intensos como en primavera o verano, además del hecho de que pasamos más horas en interiores a causa del clima.
Por ello, es importante que nos dé el sol, aunque sea en cara y manos, al menos, 15 minutos al día sin protección solar.
Pero también es importante tener en cuenta que hay unos pocos alimentos que aportan vitamina D y en esta época del año es importante que no nos falten, ya que esto nos puede ayudar a no tener que tomar suplementos para compensar la carencia de vitamina D que podemos sufrir en invierno.
Cuánta vitamina D necesita nuestro organismo
Si en primavera y verano nuestro cuerpo genera alrededor de 1.000 UI de vitamina D al día (tras 15 minutos de exposición solar), la cantidad se reduce a 220 UI en otoño e invierno con ese mismo tiempo de contacto.
Por eso, nos conviene tanto seguir recibiendo rayos de sol otoñales como incluir en nuestros menús alimentos ricos en ella para llegar a la cantidad recomendada (al menos 600-800 UI diarios).
Seguir una dieta rica en vitamina D, que resulta fundamental para la salud ósea porque facilita la absorción y la fijación del calcio y del fósforo, tiene su parte de desafío porque la lista de los alimentos realmente ricos en ella no es extensa. A continuación analizamos con detalle los que más la aportan.
Alimento | Vitamina D |
Aceite de hígado de bacalao | 10.000 IU por 100 g |
Hígado de ternera | 68 IU por 100 g |
Huevo | 40 IU por 100 g |
Pescado azul | 10 IU por 100 g |
Setas | 7 IU por 100 g |
Marisco | 2 IU por 100 g |
Leche | 2 IU por 100 g |
Queso | 2 IU por 100 g |