Como todas las frutas cítricas, las mandarinas tienen una gran cantidad de vitamina C, una vitamina esencial para la salud de la piel –ayuda a producir colágeno–, la visión –retrasa la aparición de cataratas y la degeneración macular– o el sistema inmunitario. Pero la mandarina encierra otro tesoro nutricional más allá de la vitamina C. Su piel, que a menudo desechamos, es muy rica en compuestos bioactivos como la naringina, un tipo de flavonoide que le proporciona su característico sabor amargo y la convierte en un gran aliado para prevenir resfriados o reducir el colesterol.
Beneficios de la naringina
La cantidad exacta de naringina puede variar según la variedad de mandarina y su madurez, pero generalmente se encuentra en concentraciones significativas. La naringina es un antioxidante potente que ha sido objeto de numerosos estudios científicos debido a sus efectos beneficiosos para la salud.
- Propiedades antioxidantes: La naringina es conocida por su capacidad para combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que puede ayudar a prevenir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
- Antiinflamatorio: La naringina también tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que a su vez puede aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias como la artritis.
- Baja el colesterol: Estudios han sugerido que la naringina puede contribuir a la reducción de los niveles de colesterol LDL (colesterol "malo") y la presión arterial, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Control del peso y los niveles de azúcar: Se ha observado que la naringina ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, por lo que resulta beneficiosa para personas con diabetes o en riesgo de desarrollar la enfermedad. Además, al mejorar el metabolismo de las grasas contribuye a la pérdida de peso.
- Propiedades antimicrobianas: La cáscara de mandarina contiene compuestos que tienen propiedades antimicrobianas, ayudando a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir infecciones como catarros y gripes.
Cómo aprovechar la cáscara de mandarina
Aquí tienes algunas formas de consumir la piel de mandarina y aprovechar sus beneficios:
- Ralladura de la piel: La forma más común de utilizar la cáscara de mandarina es rallándola y agregándola a platos dulces o salados. Puedes espolvorearla sobre ensaladas, yogur, postres, pescado o pollo para darle un toque de sabor cítrico.
- Infusiones: También puedes preparar infusiones de piel de mandarina. Simplemente agrega la piel rallada a una taza de agua caliente y déjala reposar durante unos minutos.
- Mermeladas y conservas: La piel de mandarina es un ingrediente fantástico para hacer mermeladas y conservas caseras. Aportará un delicioso sabor y un toque de amargura.
- Polvo de piel de mandarina: Puedes secar la cáscara y triturarla para obtener un polvo que puedes utilizar como condimento en diversas preparaciones culinarias.
Es importante lavar bien las mandarinas antes de consumir la piel y lo ideal es que sean frutas orgánicas o sin pesticidas. Además, ten en cuenta que su sabor es más intenso que el de la pulpa, por lo que debe usarse con moderación para no eliminar el sabor de otros ingredientes del plato.