Los nutricionistas se ponen de acuerdo: estos son los peores alimentos para el desayuno

En el desayuno a menudo consumimos alimentos con demasiadas grasas y azúcares. Te mostramos cuáles son los que menos te convienen y los que mejor te sentarán.

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peores alimentos para el desayuno
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Los zumos y los cereales tipo muesli suelen tener fama de sanos, pero en realidad no lo son tanto.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El desayuno es considerado por muchos la comida más importante del día porque proporciona energía esencial para empezar el día. Un desayuno equilibrado contribuye al bienestar general y proporciona nutrientes, estabiliza el metabolismo y evitar comer en exceso posteriormente, lo que lo convierte en una parte importante de un estilo de vida saludable.

Debe proporcionar al menos el 25% de las calorías que consumes en todo el día, lo que quiere decir que tiene que aportar entre 300 y 400 calorías. Pero no vale todo. Según lo que comas estarás incluyendo un exceso de azúcares a primera hora de la mañana que provocará picos de glucosa rápidamente. Y como todo lo que sube baja, a media mañana te sentirás sin energía.

Aunque conocemos la importancia de hacer un desayuno completo y equilibrado, esta es la comida del día que menos cuidamos. Basta ver los alimentos que muchos españoles incluyen en sus desayunos que, según los nutricionistas, deberíamos evitar.

Pan de molde

El pan de molde es un pan de segunda si nos atenemos a su composición nutricional. El problema no es que aporte muchas más calorías, sino que lleva azúcares y grasas que podríamos evitar en un alimento como el pan.

Su valor energético (287 kcal/100 g) es similar al del pan común (272 kcal/100 g), pero contiene más grasas (4,5 gramos por 100 g de pan) y de calidad inferior que las del pan común ya que son grasas hidrogenadas, como las de la bollería y los precocinados.

Cereales tipo muesli

El muesli es un mezcla de cereales (avena, arroz inflado, trigo, maíz, etc.) que puede incorporar frutos secos (nueces, almendras, avellanas...) y frutas desecadas o deshidratadas (pasas, manzana, plátano, coco) e incluso trocitos de chocolate.

Suele pensarse que es una opción muy sana para desayunar porque teóricamente es muy completa en nutrientes, pero según un análisis de la OCU, solo uno de cada tres cereales tipo muesli alcanza una A en Nutriscore.

Contienen demasiados azúcares (19% de media ) y grasas saturadas (5%), además de aditivos y aromas.

Los corn flake, los cereales más sencillos elaborados con copos de maíz tostado o de otros cereales, son los más sanos ya que contienen solo un 6,4% de azúcares de media aunque llevan más de un 1% de sal.

Zumo

Los zumos industriales son como azúcar en vena ya que atraviesan la barrera intestinal con una gran facilidad.

Pero los zumos que te haces en casa tampoco son la mejor opción, sobre todo si los cuelas. Un zumo puede llevar una media de 3 piezas de fruta, lo que significa que estás consumiendo mucha fructosa de golpe. Y si los cuelas le quitas la fibra, que es lo que ralentiza el paso de los azúcares a la sangre. Lo mejor es tomar la fruta entera.

Tortitas de cereal inflado

Las tortitas de cereales inflados no son ni tan ligeras ni tan sanas como la gente se cree. Son más calóricas que el pan y las que llevan chocolate aportan muchas grasas saturadas. Cuando las comas elígelas lo más sencillas posible y con poca sal.

Tortitas de cereales inflados

Bebida de avena

La bebida vegetal de avena es probablemente la peor elección que podemos hacer para sustituir la leche de vaca porque es muy rica en azúcares aunque no se añadan de forma artificial. Con la bebida de arroz y la de espelta ocurre lo mismo, aunque su consumo es menos habitual.

La bebida vegetal de avena se elabora a partir de este cereal, que es fuente de hidratos de carbono en forma de almidón. Peor para elaborarla no se parte del cereal crudo. Primero hay que cocerlo y, en ese proceso de tratamiento térmico, se rompe el almidón y se generan unidades de glucosa. Es como si añadiéramos azúcar de forma artificial. Son azúcares que se generan por sí solos debido al procesamiento del producto.

Leche entera

La leche entera es una gran fuente de calcio pero también de grasas saturadas que no son necesarias a no ser que necesites aumentar de peso y tengas el colesterol muy bajo. Si no es el caso, lo mejor es optar por la leche desnatada.

Jamón cocido

El jamón cocido es un alimento que tiene fama de ligero y de fácil digestión. Sin embargo, un informe de la Organización de Consumidores (OCU) reveló que los jamones cocidos que encontramos ahora en el mercado son productos cárnicos procesados con un elevado contenido sal, agua y aditivos, pero menos carne de lo esperado. Incluso los de calidad extra con un alto contenido en carne llevan demasiada sal.

Jamón cocido

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Mantequilla y margarina

Alrededor del 80% de la mantequilla es grasa (un 65% es saturada y el resto monoinsaturada). Este dato ya da una idea de lo calórico que es. Es cierto que es muy rica en vitamina A, pero a no ser que tengas que salir a correr una maratón después de desayunar o vayas a pasar 24 horas sin comer, no es necesaria.

La margarina, a pesar de ser de origen vegetal, también contiene grasas hidrogenadas. Los procesos de elaboración de las margarinas han mejorado para reducir su contenido en este tipo de grasas pero las siguen aportando.

Bollería

La bollería es rica en grasas procedentes de la mantequilla, de la margarina y de aceites vegetales como el aceite de palma. Este último es especialmente perjudicial para la salud.

La bollería y los ultraprocesados usan aceite de palma porque es una grasa sólida a temperatura ambiente que le da una textura agradable y brillo al producto. El problema es que para utilizar el aceite de palma se realiza previamente un proceso de refinado a temperaturas de hasta 230º que generan contaminantes químicos (ésteres) que tienen un efecto tóxico en la salud.