A veces pierden sabor, textura y aroma, pero ¿quién no necesita congelar un producto que ha podido comprar a buen precio antes de tiempo? ¿O quizá otro de calidad que tiene en más cantidad de la que consume habitualmente?
La congelación se ha convertido en un aliado imprescindible en nuestra cocina... aunque tiene sus secretos.
Sin problemas
Las carnes y los pescados aguantan muy bien las bajas temperaturas, solo tienes que asegurarte de que son frescos y de calidad.
- Carne. Es importante que esté cortada en porciones similares, que le quites toda la grasa visible (si la tiene) y que la envuelvas herméticamente para que el frío no la queme ni seque.
- Pescado. Hay que guardarlo sin vísceras y lavado. Sécalo con papel de cocina para evitar el agua "sobrante". Pero no siempre es tan fácil. Te contamos cómo congelar alimentos que nunca hubieras imaginado que se llevaban bien con el hielo.
- Marisco. Solo 3 meses. Las almejas y los berberechos se congelan crudos (mejor envasados al vacío). Nécoras y centollos se cuecen antes. Gambas y langostinos pueden hacerse de las 2 maneras.
Las bacterias "hibernan"
Cuando el agua de los alimentos se congela se convierte en cristales de hielo y los microorganismos, que necesitan nutrientes y humedad para crecer, ya no la pueden usar. Pero no desaparecen, por lo que la mayoría podría continuar su desarrollo tras la descongelación.
Toma precauciones al manipularlos.
Protege tus guisos
La mayoría de elaboraciones se pueden congelar sin problemas, aunque hay algunas excepciones.
- "Sufren" los guisos que llevan patata (la fécula se deshace al congelarse, mejor retírala), los fritos y las elaboraciones con mayonesa o salsas parecidas, que pueden cortarse.
- Los platos caldosos se deben congelar sin líquido; sepáralo y ponlo en bolsas o recipientes rígidos. Cuando los descongeles (a temperatura ambiente) ya los mezclarás.
- Antes de congelar es básico que estén fríos para que su estructura no se altere y no estrope es lo que hay en el congelador.
Revisa las estrellas
Su número indica la temperatura que alcanza el congelador; cada una equivale a – 6o. La congelación debe hacerse a menos de –18o, por lo que uno con 3 estrellas es suficiente, aunque el proceso será más largo y el alimento perderá calidad. Lo ideal es que sea de 4 estrellas (–24o).