Los riñones, esos órganos gemelos que tenemos detrás del abdomen, debajo de la caja torácica, son los grandes filtros de nuestro cuerpo. Se encargan de eliminar los desperdicios de la sangre y el exceso de agua, a través de la orina.
Es importante mantenerlo sanos. Si no es así, podemos acumular líquidos y toxinas, que desencadenen otros problemas. El principal consejo de los nefrólogos, los especialistas en el riñón, es hidratarse adecuadamente. La mejor bebida es el agua, aunque puedes recurrir a otras. Además, no hay que olvidar que los alimentos también tienen líquido.
No obstante, no todas las bebidas nos van a ir bien. Los especialistas recuerdan que hay bebidas que en lugar de proteger, pueden perjudicar a tus riñones.
Qué bebidas son perjudiciales para el riñón
Según los médicos, las peores bebidas para los riñones son aquellas que contienen azúcar o las bebidas alcohólicas. Todas pueden afectar la función renal de distintas formas. Veamos algunos ejemplos concretos:
- Los refrescos: no es porque contengan gas. Eso no afecta a los riñones. El gas no es más que aire y se va mediante flatulencias y eructos. El problema es la gran cantidad de azúcar que llevan. El exceso de azúcar en la sangre actúa como un veneno que daña los vasos sanguíneos de los riñones. De hecho la diabetes es uno de los principales factores de riesgo de insuficiencia renal.
- Los zumos de fruta: no todos los zumos están en este grupo. Nos referimos a los zumos industriales tan prácticos y que con tanta alegría damos a los pequeños para merendar. Muchos de ellos básicamente son agua con azúcar. Y se desaconsejan por la misma razón. El exceso de azúcar supone un aumento en los niveles de glucosa en la sangre, que filtran los riñones. A la larga puede dañarlos.
- Las bebidas energéticas: en este caso volvemos a encontrarnos con el exceso de azúcar. A ello hay sumar que suelen contener cantidades elevadas de cafeína. Corremos el riesgo de que aumente la presión arterial y el ritmo cardíaco. El corazón bombea con más fuerza lo que puede dañar los vasos sanguíneos también del riñón.
- Las bebidas alcohólicas. El alcohol es un diurético. Esto quiere decir que forzará la producción de orina y hace que nos deshidratemos más. Justo lo contrario de lo que buscamos. La deshidratación aumenta el riesgo de que se formen cálculos renales. Además el alcohol puede afectar al riñón a largo plazo, y aumentar el riesgo de padecer otros problemas de salud más.
Ninguna de estas bebidas es mala de por sí. No son saludables, pero tampoco pasa nada por tomarlas de forma puntual (menos el alcohol que no tiene un mínimo saludable). Pero no hay que cometer el error de pensar que como método de hidratarnos nos va a beneficiar.
Cuál es la mejor opción para hidratarse
Si queremos facilitar el trabajo a nuestros riñones, la primer opción ha de ser beber suficiente agua. Si lo encontramos aburrido, siempre podemos recurrir a alguna infusión de hierbas. Por ejemplo, té verde, que aporta antioxidantes que son protectores de los riñones.
Conviene estar siempre bien hidratados. Siendo conscientes de que hay que beber, pero sin obsesionarnos. No olvidemos que la cantidad de líquido que necesitamos varía dependiendo de la época del año (no es igual verano que invierno), del esfuerzo que hagamos (una persona muy activa o menos) y de lo que comamos. Como ya hemos dicho, hay alimentos que ya aportan mucho líquido.
Como curiosidad, cabe señalar que recientes estudios han puesto en duda que el agua sea el mejor líquido para hidratarse. Su lugar lo ocupa la leche que tarda más en hacer que el agua salga del cuerpo. Claro que nadie espera que nos hidratemos constantemente con ella.
Cómo sé si mis riñones funcionan mal
Si sigues estas reglas, tus riñones no tendrían que darte problemas. No obstante, además de la deshidratación, algunas infecciones, algunos medicamentos o un embolia en una arteria del riñón pueden provocar una insuficiencia renal.
Para asegurarnos vamos a darte algunos síntomas que se relacionan con problemas renales.
- Una tensión arterial alta. Hace que el corazón trabaje más y, a la larga, puede dañar los vasos sanguíneos, incluidos los de los riñones.
Entonces, estos órganos no funcionan correctamente y no eliminan bien el exceso de líquido. Y la retención de líquidos en los vasos sanguíneos hace que aumente aún más la presión arterial. Un círculo vicioso. - Orina espumosa. Puede significar que hay pequeñas cantidades de una proteína (albúmina) en la orina porque los riñones funcionan incorrectamente. Puede ser debido a otros factores.
- Hinchazón de piernas. Es por una retención de líquidos. Eso puede deberse a trastornos hormonales o problemas cardíacos y también a que los riñones no consiguen mantener el equilibrio de fluidos corporales.
- Dolor en las lumbares. Lo normal es que sea una lumbalgia y el dolor va y viene. Si lo provoca los riñones, por tener piedras, el dolor es constante, profundo y punzante. Se concentra en un solo lado y puede mejorar al orinar.