Muchos de los beneficios que se le atribuyen al agua de coco no están demostrados científicamente.
El agua de coco (no confundir con leche de coco ni con aceite de coco) entra en la lista de las novedades que han proliferado en las estanterías de los supermercados en los últimos años. El principal gancho de este tipo de productos menos habituales en nuestra alimentación es que son súper saludables pero... ¿realmente el agua de coco es tan sana como dicen? ¿hay estudios científicos que demuestren sus beneficios?
La Dra. Anna Costa, portavoz del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Catalunya (CoDiNuCat) y doctora en biología y tecnóloga en alimentos, nos aclara las dudas sobre este producto.
Qué es el agua de coco
El agua de coco se extrae del este fruto cuando está verde, en concreto cuando tiene solo 6 o 7 meses de maduración en la palmera.
En ese momento, el agua supone el 95% del peso del fruto y se pueden extraer unos 250 ml de líquido.
Conforme va madurando el coco, el agua es absorbida por la pulpa del fruto y pasa a formar parte de su carne. Por eso en un coco listo para consumir hay poquita agua.
beneficios del agua de coco
Cuando se extrae del coco verde es prácticamente transparente (con la maduración va adquiriendo una tonalidad más blanquecina) y presenta las siguientes características:
- Aporta 50 kilocalorías por cada 250 ml.
- Contiene minerales como el sodio, el potasio, el magnesio, el manganeso o el calcio.
- También aporta vitamina C.
- Al proceder de una fruta, contiene azúcares como la fructosa y la glucosa.
- Incluye una cierta proporción de fibra.
¿El agua de coco va bien después de hacer ejercicio?
Es una de la virtudes que se le atribuye al agua de coco. Y todo por su contenido en minerales que, supuestamente, ayudan a recuperar todos los electrolitos que se pierden con la sudoración al realizar un ejercicio intenso.
En este sentido, la Dra. Costa asegura que "beber agua de coco te ayudará a reponer más minerales que si tomas simplemente agua mineral. Pero también es cierto que no podemos compararla con una bebida isotónica que está especialmente estudiada y formulada para reponer de forma eficiente esos minerales y azúcares perdidos con la actividad física".
otras virtudes DEL COCO puestas en duda
Se han realizado estudios en ratones que demuestran que mejora el perfil lipídico porque reduce el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, y aumenta el bueno.
Sin embargo, la Dra. Costa asegura "que no se pueden extrapolar los resultados de estos estudios en humanos para decir que mejora la salud del corazón. Si extrapolamos la cantidad que han ingerido los ratones de los experimentos habría que beber 4 litros de agua de coco al día, una ingesta poco probable, y tampoco se sabe qué efecto provocaría esto en humanos. Por eso, toda esta información hay que cogerla con pinzas".
Lo mismo ocurre con las voces que aseguran que ayuda a controlar el azúcar en sangre. No hay suficiente investigación sobre el agua de coco como para llegar a esas conclusiones.
Otro de sus supuestos puntos fuertes es su poder antioxidante por su contenido en vitamina C, pero, en este sentido, la Dra. Costa también lo relativiza porque hay otras muchas frutas que contienen más vitamina C que el coco.
AGUA DE COCO COMO refresco
Lo que no se le puede negar al agua de coco son sus bondades como refresco saludable para hidratarte. Eso sí, siempre que lo elijas sin azúcares añadidos porque en el supermercado se encuentran versiones que sí están edulcoradas. Pero si lo eliges natural:
Es una opción perfecta frente a una bebida de cola o incluso un zumo (aunque sea natural) si sales a tomar algo porque su aporte en azúcares es más bajo. Para preparar un zumo de naranja se necesitan 3 piezas de fruta, con lo que el aporte de glucosa y fructosa es mayor.
Incluso puede formar parte de una dieta de control de peso. La Dra. Costa asegura que las 50 kilocalorías que aporta un vaso de agua de coco no supone un incremento sustancial en la ingesta calórica diaria.
Si sufres acidez de estómago es una buena alternativa a los zumos de cítricos o a las bebidas con gas. Lo primeros aumentan todavía más la acidez y las bebidas con gas favorecen el reflujo gastroesofágico.