MÁS SANO...¿MENOS SABOR?
El nuevo plan para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas presentado por el Ministerio de Sanidad se aplicará en 2020. ¿Por qué dejan unos años de margen?
Piénsalo: si, de repente, te presentasen productos con una cantidad mucho menor de azúcar, sal o grasa, probablemente lo rechazarías porque tus papilas gustativas están habituadas a esas cantidades.
La reducción de sal y azúcar se hace de forma gradual
Sin embargo, la industria alimentaria tiene fórmulas para ir adaptando poco a poco el paladar de los consumidores a las nuevas medidas.
De hecho, muchos productores ya han hecho parte de “los deberes” y sus alimentos llevan ahora menos azúcar y sal que hace 5 años. Y sin embargo, no lo has notado. Lo hacen mediante varios mecanismos.
El truco de las “pizcas”
- En lugar de rebajar por completo la cantidad de sal y azúcar, lo hacen paulatinamente.
- Poco a poco, y a lo largo de unos años, van reduciendo el aporte y tú te vas habituando a estas cantidades sin que te resulte “traumático”.
“Engañar” a tus sentidos
Una curiosa medida que se aplicará a partir de 2020 para reducir el consumo de sal en los restaurantes consiste en ofrecer saleros con orificios de salida más pequeños. ¡Para que pienses que te echas más sal de la que en realidad añadirás!
Y, aún van más allá, se promoverá que los establecimientos de restauración no pongan el salero en la mesa. Así, como tendrás que pedir el salero expresamente, es más probable que decidas tomarte el plato sin condimentarlo más.
Más opciones para poder elegir sano
Evidentemente, es mucho más probable que elijas un producto bajo en azúcares, sal y grasas si se te ofrecen más productos de este tipo.
Por ejemplo, una medida de la nueva ley consiste en animar a los restaurantes a ofertar más guarniciones de verduras y hortalizas como alternativa a las patatas fritas.