Confirmado: los probióticos pueden ayudar a combatir la depresión

Un estudio sugiere que los probióticos pueden contribuir a reforzar el efecto de los tratamientos antidepresivos y ayudar a combatir la depresión. Una flora intestinal equilibrada favorece la producción de neurotransmisores como la serotonina que mejoran el ánimo.

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La microbiota ayuda a prevenir la depresión
iStock by Getty Images

Los probióticos pueden reforzar el efecto de los antidepresivos y ayudar a combatir la depresión.

Dra. Susan Judas
Dra. Susan Judas

Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Fármacos y psicoterapia son los dos pilares del tratamiento contra la depresión, pero no siempre funcionan. Por eso buscar nuevas formas de mejorar las terapias ya existentes o desarrollar otras nuevas sigue siendo objetivo de los investigadores.

Y uno de los campos en los que se está investigando más es en el de la microbiota intestinal. La existencia del eje intestino-cerebro está más que demostrada y los microorganismos que habitan la flora intestinal pueden influir en el sistema nervioso.

Partiendo de este enfoque, un reciente estudio de la Universidad de Basilea ha demostrado que los probióticos pueden reforzar el efecto de los antidepresivos y ayudar a combatir la depresión.

Eje intestino-cerebro

La conexión entre cerebro e intestino es muy directa y triple: por vía nerviosa, sanguínea y, en especial, a través de la flora intestinal.

Los millones de microorganismos que forman la microbiota fabrican sustancias que afectan al funcionamiento del cerebro. En concreto destacan dos:

  • La serotonina, un neurotransmisor que influye en el estado de ánimo.
  • El GABA (ácido gamma-aminobutírico), otro neurotransmisor que rebaja la ansiedad.

La carencia de ambos favorece la depresión y esta es un factor de riesgo de demencia.

En experimentos realizados en ratones se ha comprobado que, al trasplantarles flora intestinal de animales con comportamiento depresivo, se mostraban menos enérgicos y manifestaban menos interés por el entorno. Unos hallazgos que hacen sospechar que la composición de la comunidad bacteriana en el intestino juega un papel importante en los síntomas depresivos.

Estudios previos han demostrado también que las personas con depresión tienen más tendencia a tener problemas intestinales y digestivos.

Microbiota y síntomas depresivos

En este nuevo estudio, el equipo de la Universidad de Basilea investigó los efectos de los probióticos en pacientes con depresión.

Todos los participantes eran pacientes hospitalizados en las Clínicas Psiquiátricas Universitarias de Basilea: 21 recibieron un probiótico y 26 un placebo durante 31 días, además de antidepresivos.

Ni los participantes ni el personal del estudio sabían qué preparación estaban tomando los pacientes durante el período de estudio.

Los investigadores realizaron una serie de pruebas entre los participantes justo antes del tratamiento, a los 31 días y nuevamente cuatro semanas después.

Al analizar los resultados, observaron que, aunque los síntomas depresivos disminuyeron en todos los participantes gracias al tratamiento antidepresivo general, la mejoría fue mayor en el grupo que había tomado los probióticos.

Además, la composición de la flora intestinal cambió, al menos temporalmente, en el grupo de los probióticos: un análisis de muestras de heces reveló un aumento de las bacterias productoras de ácido láctico al final del tratamiento, un efecto que se acompañó de una reducción de los síntomas depresivos.

Sin embargo, el nivel de estas bacterias intestinales que promueven la salud disminuyó nuevamente durante las siguientes cuatro semanas. "Puede ser que cuatro semanas de tratamiento no sean suficientes y que la nueva composición de la flora intestinal tarde más en estabilizarse", explica Anna-Chiara Schaub, una de las autoras principales del estudio.

Cambios en la forma de percibir las emociones

En pacientes con depresión, ciertas regiones del cerebro para el procesamiento de las emociones se comportan de manera diferente que en personas con buena salud mental. Una persona con depresión tiene mayor tendencia a interpretar las expresiones de los demás de forma negativa o amenazante, mientras que una persona sin depresión las interpreta de forma más neutra.

Los investigadores realizaron resonancias magnéticas entre los participantes para medir este aspecto y, después de cuatro semanas de probióticos, esta actividad cerebral se normalizó en el grupo que tomaba probióticos pero no en el grupo de placebo.

Probióticos

Para el estudio, los investigadores utilizaron una amplia gama de probióticos similares a las formulaciones ya disponibles en el mercado.

Se necesitan más trabajos para saber el efecto específico de determinadas bacterias en el ánimo y seleccionar aquellas que más ayudan a combatir la depresión. A la espera de que esto llegue, la evidencia científica sugiere que una dieta rica en probióticos mejora la flora intestinal y contribuye a un buen estado de ánimo.

Los probióticos se encuentran de forma natural en alimentos como el kéfir, el yogur, las aceitunas o productos fermentados como por ejemplo el chucrut.