Es una carne "real", obtenida de células madre de animales que se reproducen en el laboratorio.
La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha confirmado por primera vez que la carne cultivada en laboratorio es segura para el consumo humano. Lo ha hecho con carne de pollo, que ya puede empezar a comercializarse.
Se espera que próximamente otras empresas que desarrollan otros tipos de carne puedan también obtener el certificado para vender sus productos. Es un gran paso hacia la popularización de este tipo de carne. Hasta ahora solo Singapur e Israel la habían autorizado.
En qué consiste la carne de laboratorio
Pese a que hasta ahora no se ha hablado mucho, la carne de laboratorio lleva años investigándose. La primera hamburguesa de laboratorio se presentó en 2013. Y son muchas las empresas en todo el mundo que han conseguido desarrollar productos en sus fábricas.
Se trata de tejido muscular real obtenido a partir de células madre sin necesidad de sacrificar al animal
Se trata de carne in vitro, carne creada a partir de las células madre del tejido de los animales. Se deja que las células se multipliquen y desarrollen en un ambiente propicio igual que lo harían si estuvieran formando parte del tejido del animal.
Por tanto, no estamos hablando de una falsa denominación, como la carne vegetal o la leche de soja, que no son ni carne ni leche en realidad. Pese a que algunos la definen como carne artificial, el resultado aquí es carne real, parecida a la que podría obtenerse tras sacrificar al animal. En este caso, sin embargo el animal no sufreningún daño.
¿La carne artificial es igual a la carne normal?
Las investigaciones avanzan a diferentes ritmos. Se está trabajando con todo tipo de células animales. Hay cultivos de carne de ternera, de pollo, de cerdo, de canguro. También de pescado. Depende del país y los empresarios, hay proyectos distintos en marcha.
Los fabricantes aseguran que la carne artificial no se diferencia de la normal y algunos consumidores que es más insípida
La carne roja artificial, por ejemplo no es perfecta. La carne animal no es solo músculo. Falta la grasa y otros aspectos que dan textura o color, como la sangre, que se suplantan con zumo de remolacha. Mejor resultado se ha conseguido con la carne de aves de corral o salchichas.
En Francia se trabaja también para conseguir hígado de oca, dado que el foie es de los productos alimentarios más criticados por poco ético.
En cuanto al sabor de estas carnes de laboratorio ya aprobadas, la opinión es muy subjetiva, la hay para todos los gustos. De los que la han probado, unos opinan que es una carne insípida y otros no notan la diferencia.
Cuándo llegará a Europa esta carne cultivada
La regulación europea es más complicada y tiene una burocracia más estricta, por lo que el hecho de que un producto se haya aprobado en Estados Unidos no significa que estará inmediatamente en nuestro mercado. Directivos de la empresa vasca BioTech Foods calculan empezar a comercializar en uno o dos años.
Tampoco estamos hablando de una carne única, sino que cada empresa alimentaria investiga su propio producto. Aunque todos ellos afrontan algunos otros inconvenientes comunes:
- El precio. Hay que conseguir producir a gran escala, lo que no es fácil con un producto de laboratorio. Algunos ya lo han conseguido: “Podemos producir media tonelada de carne al día”, aseguraba el profesor Yaakov Nahmias, creador de la empresa israelí Future Meat.
- Dudas de los consumidores. Es una incógnita saber si se aceptará. Según una encuesta de BioTech Foods en las grandes ciudades españolas, el 46% de los consumidores entre 20 y 40 años probaría esta carne, pero solo el 36% de la franja entre los 41 y 55 años.
Pros y contras de la carne de laboratorio
Entre los aspectos positivos de la producción de la carne de laboratorio que destacan las empresas productores están:
- Una forma de ayudar al planeta. Esta carne es más ecológica, puesto que su producción deja una menor huella que el desarrollo de las granjas de animales. Según un estudio de la Universidad de Oxford, usan hasta un 45% menos de energía, gastan entre un 82% y un 96% menos de agua y emiten hasta un 96% menos de gases de efecto invernadero.
- Una alimentación más ética. No supone el maltrato ni sacrificio de los animales. Incluso es una solución para los vegetarianos éticos, aquellos que lo son por no querer comer un animal sacrificado.
- Ayuda a paliar la falta de alimentos. La población mundial ya supera los 8.000 millones de habitantes y sigue creciendo. Faltarán recursos. Esta forma de alimentación puede ser la solución.
En los aspectos en contra, además que no es exactamente igual, se mantienen las dudas sobre su proceso de fabricación. Es algo nuevo y, aunque las autoridades sanitarias lo aprueben para el consumo, habrá de pasar algún tiempo antes de que venzan las reticencias del consumidor.