¿Qué pasa si comes ultraprocesados cada día?

Los ultraprocesados son sabrosos, baratos y apenas requieren preparación. Su consumo se ha disparado en solo 20 años pero cada vez son más los estudios que asocian comer ultraprocesados cada día con la obesidad, el cáncer o la muerte prematura.

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El consumo habitual de ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de muchas enfermedades y de mortalidad prematura.

Dr. Francisco Marin
Dr. Francisco Marín

Médico de Atención Primaria

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Una de cada tres calorías consumidas por los españoles procede de alimentos ultraprocesados.

Lo advertía la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en un informe publicado en 2019 y según la Organización de Consumidores (OCU), está tendencia sigue en aumento.

Los ultraprocesados son productos atractivos, sabrosos y, sobre todo, más baratos que los alimentos frescos, pero su consumo habitual se asocia con un mayor riesgo de muchas enfermedades y de mortalidad prematura.

 

El peligro de los alimentos ultraprocesados

Qué enfermedades provoca comer cada día ultraprocesados

El consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados se asocian a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y mortalidad prematura.

  • Obesidad. Un estudio de la Universidad de Sidney confirma que los alimentos procesados ​​son la clave del aumento de la obesidad en el mundo. La razón es que estos alimentos son bajos en proteínas pero muy ricos en azúcares y grasas, lo que genera un "hambre de proteínas" que impulsa a comer en exceso, sostienen los investigadores. Las proteínas son los componentes básicos de la vida: todas las células del cuerpo las contienen y se utilizan para reparar células o crear otras nuevas; y se estima que se necesitan más de un millón de formas de proteína para permitir que un cuerpo humano funcione.
  • Cáncer de colon. Un estudio de ISGlobal publicado en la revista Clinical Nutrition ha demostrado que el consumo de ultraprocesados se vincula con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Un 10% más de ingesta de estos alimentos y bebidas aumenta un 11% el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
  • Asma y bronquitis. Otra investigación publicada en Anales de Pediatría ha confirmado que existe una asociación directa entre el consumo de productos ultraprocesados y la prevalencia de enfermedades sibilantes en niños como el asma o la bronquitis.
  • Colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. El consumo de estos productos aumenta el riesgo de enfermedad Inflamatoria Intestinal como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, según demuestra otro estudio publicado en The BMJ.
  • Depresión y ansiedad. Una investigación de la Universidad Atlántica de Florida ha comprobado que las personas que consumen más alimentos ultraprocesados tienen más días de peor salud mental con síntomas de ansiedad, tristeza, decaimiento y depresión leve.
  • Mortalidad prematura. Un estudio realizado en Brasil y publicado en American Journal of Preventive Medicine relaciona un 10% de las muertes prematuras con el consumo de ultraprocesados.

Cómo ha aumentado el consumo de ultraprocesados

El informe de la FAO revela que en solo 20 años (desde 1990 a 2010), el consumo de ultraprocesados se triplicó en España.

  • En 1990 suponían solo un 11% de las calorías totales consumidas por los españoles a diario.
  • En 2000 el porcentaje ascendió al 24,6%.
  • En 2010 los ultraprocesados ya suponían el 31,7% de la ingesta calórica diaria.

Qué ultraprocesados son los más consumidos

Se consideran ultraprocesados aquellos alimentos que han sido sometidos a procesos industriales tan intensivos y con tanto aditivos que los ingredientes originales apenas se reconocen. Tal y como señala la OCU, entre los alimentos ultraprocesados más consumidos por los españoles se encuentran:

  • En primer lugar, las carnes procesadas (salchichas, hamburguesas, jamón, etc.), que suman el 17% de los alimentos ultraprocesados.
  • En segundo lugar, y con un 15%, se sitúan las bebidas azucaradas: refrescos, bebidas de frutas comerciales, bebidas energéticas...
  • La bollería (14%) es el tercer grupo de ultraprocesados más consumido.
consumo ultraprocesados OCU

OCU

Cómo reconocer un ultraprocesado

Los ultraprocesados son nefastos para la salud porque son ricos en azúcar, sal, grasas, calorías y todo tipo de aditivos. No es difícil identificarlos, señalan desde la OCU, porque suelen cumplir unas características concretas. Fíjate en la etiqueta si aparecen:

  • Una larga lista de ingredientes. Como norma, si un producto tiene más de 5 ingredientes aumenta el riesgo de que sea ultraprocesado.
  • Ingredientes desconocidos o raros, que no corresponden a un alimento concreto, como aceite vegetal hidrogenado, azúcar invertido, maltodextrina...
  • Todo tipo de aditivos (colorantes, saborizantes, edulcorantes...).

Además, el envase de los ultraprocesados suele ser atractivo y el precio mucho más bajo que el de un alimento fresco.

Cómo distinguir los alimentos frescos, procesados y ultraprocesados

Conviene diferenciar entre ultraprocesados y procesados. Los primeros contienen poco o nada de alimentos enteros, siempre llevan aditivos y son nutricionalmente pobres. Hoy en día existen aplicaciones que puedes llevar en el móvil y que permiten identificar el grado de procesamiento de los alimentos (índice NOVA), desde muy poco hasta ultraprocesado.

  • Frescos o mínimamente procesados. Son alimentos naturales que han sido sometidos a una transformación (lavado, pelado, cocinado...) que no añade ningún ingrediente.

  • Procesados. Son el resultado de añadir a un alimento no procesado (o muy poco) ingredientes culinarios como aceites vegetales, grasas animales, almidones o azúcar, o sal. En este grupo se incluyen verduras o legumbres enlatadas, fruta en almíbar, encurtidos, pescado conservado en aceite, algunos tipos de carne y pescado procesados (jamón, tocino, pescado ahumado), quesos y panes cuando están hechos de harina de trigo (u otras harinas de cereales), agua, fermentos y sal.

  • Ultraprocesados. Incluyen bebidas y alimentos elaborados a partir de otros alimentos y, sobre todo, aditivos. La lista es larga: bollería, galletas industriales, pizzas industriales, panes industriales, helados, refrescos, bebidas energéticas, postres lácteos, salsas, aperitivos salados, golosinas, cereales de desayuno, barritas energéticas, margarina, fiambres.