Es bien sabido que la fruta, gracias a su composición nutricional, tiene muchos beneficios para la salud. Están repletas de vitaminas y minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, y son ricas en fibra, que ayuda a mejorar la digestión y la función intestinal. Además, muchas contienen antioxidantes, que ayudan a proteger las células del estrés oxidativo y pueden ayudar a reducir la inflamación y el riesgo de enfermedades crónicas.
Comer las frutas de temporada y de proximidad asegura que están en su mejor momento, tanto en términos de sabor como de riqueza nutricional, además de reducir el daño al medio ambiente.
En otoño podemos encontrar una gran variedad de frutas deliciosas: uvas, manzanas, peras, higos… Pero hay una en especial que se ha ganado el título de alimento funcional por su riqueza en antioxidantes (una de las más altas entre todas las frutas), algo que hace que pueda ayudar a prevenir el cáncer de próstata, la hipertensión y, en general, los procesos inflamatorios. Incluso se investigan sus posibles funciones antivirales y neuroprotectoras. Hablamos de la granada, una fruta que no se consume en exceso en nuestro país, pese a que es uno de los principales productores. A continuación, te desvelamos ocho buenas razones para comer granadas.