Parece que, poco a poco, vamos incorporando los cereales integrales en nuestra alimentación cotidiana.
Buena prueba de ello es que, según un informe del del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los españoles cada vez comemos más pan fresco integral.
Cambiar el pan blanco por el integral puede ser el primer paso. Pero, a la hora de apostar por los cereales integrales, cuentas con muchas más opciones:
Pastas, arroces, harinas u otros ingredientes no tan populares pero que pueden enriquecer y dar variedad a tus menús, como el trigo sarraceno o la quinoa, son buenos ejemplos de ello.
Además, consumir cereales integrales está relacionado con un menor riesgo de enfermedades cardíacas. Ayudan a reducir el colesterol y mantener la presión arterial bajo control. ¡Tu corazón te lo agradecerá!
Así mismo, los cereales integrales son ricos en antioxidantes, como la vitamina E y otros compuestos fenólicos. Estos antioxidantes ayudan a combatir el daño de los radicales libres en el cuerpo, que puede acelerar el envejecimiento de la piel y contribuir a problemas como arrugas, manchas y pérdida de elasticidad. Al consumir cereales integrales, proporcionas a tu piel nutrientes que pueden ayudar a mantenerla radiante y saludable, reduciendo el riesgo de daño cutáneo a lo largo del tiempo. Además, la fibra presente en los cereales integrales también contribuye a una mejor digestión y eliminación de toxinas.
Para que sepas cómo sacarles partido en tu cocina, te sugerimos algunas recetas con cereales integrales muy apetitosas y fáciles de preparar.