Los primeros fríos traen consigo frutas tan apetitosas como la mandarina, que probablemente es una de las preferidas por los niños por su tamaño y comodidad a la hora de comerla.
Es cierto que a gajos la disfrutamos casi todos, sí, pero tenemos más posibilidades de beneficiarnos de sus propiedades saludables utilizándola como ingrediente tanto en recetas dulces como saladas. Si lo haces...
- Ayudarás a tus defensas a mantenerse en buen estado. Aunque no es tan rica en vitamina C como la naranja, con 4 mandarinas ya consigues toda la que necesitas al día. Ayuda a prevenir gripes y resfriados, porque este nutriente protege las mucosas (que son una de las puertas de entrada para los virus respiratorios).
- Estarás protegiendo tu salud cardiovascular. Su riqueza en potasio actúa como diurético natural ayudando a controlar la hipertensión, mientras que los flavonoides protegen las paredes de los vasos sanguíneos y la pectina contribuye a a reducir el colesterol "malo" (LDL).
- Tendrás menos riesgo de sufrir infecciones de orina. La mandarina alcaliniza la orina e inhibe la proliferación de las infecciones en el tracto urinario.
Las siguientes propuestas de recetas pueden serte de gran ayuda para incorporarla a tus menús no solo entera y como postre.