El melocotón añade el contraste dulce a un hojaldre de salmón y brie.
El melocotón es una de las frutas estrella del verano. Su riqueza en agua (87 g por cada 100 g) lo hacen muy refrescante y apetecible en los días de más calor. Además, aporta potasio y fibra, lo que lo convierte en un excelente diurético, laxante y depurativo.
Pero estas no son las únicas virtudes del melocotón.
- Los antioxidantes abundan en él. Contiene vitamina C, vitamina E y betacarotenos, un trío de nutrientes antioxidantes que protege frente al envejecimiento prematuro.
- En cuanto a los minerales, además de potasio es rico en cobre, que contribuye a reforzar las defensas y ayuda a evitar el cansancio físico y mental.
Cómo conservarlo y disfrutarlo
El melocotón puede madurar fuera del árbol. Así que, si los has comprado un poco verdes, déjalos a temperatura ambiente. Y si están demasiado maduros, mejor guárdalos en la nevera para que no se pasen en pocos días.
- Puedes tomarlo solo, como postre, o utilizarlo para elaborar mousses y tartas. Pero por su textura firme y su punto dulce (pero no empalagoso) es una fruta ideal para añadir como ingrediente en tus ensaladas o como guarnición de carnes y pescados.
Las siguientes recetas son una buena muestra de ello.