Los pasteles salados fríos son muy socorridos en la cocina. Son una estupenda opción, por ejemplo, si organizas una comida o una cena informal en casa, porque permiten prepararlos (y dejarlos totalmente listos) con antelación.
Además, el abanico de posibilidades y de ingredientes con los que cuentas es muy amplio: pescados, carnes, verduras... pueden servir como base para elaborarlos y, por qué no, transformar aquellas sobras que os han quedado y que no os apetece volver a comer sin darles un toque diferente.
Las siguientes propuestas de recetas son una buena muestra de todo el partido que puedes sacarles a los pasteles fríos salados.