El pescado azul proporciona ácidos grasos omega 3 que ayudan al cuidar la salud del corazón.
El pescado azul es un alimento esencial en nuestra dieta: es muy digestivo y proporciona proteínas de calidad, vitaminas A, D y del tipo B, minerales (yodo, magnesio, fósforo, calcio...) y ácidos grasos omega 3, fundamentales para cuidar el corazón.
Además, hay una gran variedad de pescados azules en nuestros mercados, son muy sabrosos y permite hacer multitud de platos diferentes, ya sean fríos o calientes.
La Fundación Española del Corazón recomienda tomarlo dos veces por semana, algo que a veces cuesta cumplir.
Ideas para incorporarlo a tus menús
Si eres de los que recurres casi siempre al salmón o el atún pero te cuesta más incorporar a tus menús pescados azules pequeños (sardinas, boquerones, jureles, caballa...) que, por otra parte, aportan menos mercurio que las especies de grandes dimensiones, te damos ideas para lograrlo.
- Al horno o a la plancha, por ejemplo, queda exquisito. Además, aporta menos calorías y grasa que si lo cocinas frito o rebozado.
- Úsalo como un ingrediente más en pasteles salados o revoltillos. Bien limpio, es una buena manera de introducirlo en los menús si no lo tomas porque te molestan sus espinas. Ten en cuenta, también, que al mezclarlo con otros ingredientes su intenso sabor se rebaja.
Las siguientes recetas también pueden ser un buen punto de partida para comer más pescado azul pequeño.