La salsa romesco aporta antioxidantes al plato.
Las salsas pueden añadir nutrientes saludables a un plato si eliges bien. Y hay una preparación típicamente catalana que los expertos de Harvard recomiendan encarecidamente: lo llaman el kétchup español y se trata de la salsa romesco, la que se come con los calçots, unas deliciosas cebolletas asadas. "Esta salsa es un maravilloso acompañamiento para verduras, pollo o pescado a la parrilla. También es excelente para untar en sándwich", aseguran desde la prestigiosa universidad y animan a utilizarla en la cocina.
Salsa típica catalana
El romesco es una salsa típica de la gastronomía catalana, concretamente de la zona de Tarragona. Se prepara básicamente con tomates, ajos, pan, almendras, avellanas, ñoras (pimientos rojos secos), aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta.
Como sucede con el gazpacho, hay diferentes versiones que potencian unos ingredientes u otros. Hay quien usa solo avellanas; en lugar de pan frito puede utilizarse carquiñolis (una galleta típica catalana con almendras); algunos agregan guindilla para dar un toque picante...
Esta salsa de sabor intenso en la que se identifican fácilmente sus ingredientes naturales combina bien con carnes, pescados, verduras y, por supuesto, calçots.
Receta de la salsa romesco
Para preparar salsa romesco necesitas los siguientes ingredientes:
- 4 ajos.
- 2 ñoras.
- 15 g de almendras tostadas peladas.
- 15 g de avellanas tostadas peladas.
- 1 rebanada de pan tostado.
- 3 tomates maduros.
- 1 cucharada de pimentón dulce.
- 3 cucharadas de vinagre de vino tinto o jerez.
- 1 cucharadita de sal.
- ¾ taza de aceite de oliva virgen extra.
Deja en remojo las ñoras durante 5 horas y una vez remojadas retira las pepitas.
Asa al horno los tomates y los ajos. Los tomates estarán listos en 20 minutos y los ajos tardarán algo menos. Cuando estén asados retira la piel de los tomates y los ajos.
Una vez estén fríos, dispón los tomates y los ajos en el vaso de la batidora con las ñoras, el aceite de oliva virgen extra, el vinagre, los frutos secos y el pan. Bate bien, añade el pimentón dulce y bate de nuevo rectificando de sal o vinagre.
Una salsa muy saludable
No es extraño que Harvard recomiende el romesco en lugar de ketchup para aderezar los platos. Un ketchup preparado en casa puede ser saludable, el problema es que la mayoría de gente toma la versión industrial (que entre otras cosas, lleva mucho azúcar).
El romesco lleva, además de tomate, otros ingredientes como los frutos secos, el pimiento o el ajo que convierten esta salsa en una fuente de nutrientes saludables.
"El tomate es una fuente abundante de potasio, vitamina C, fibra y carotenoides como el betacaroteno y el antioxidante licopeno. Por eso su consumo regular incluso puede disminuir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de próstata y el del sistema digestivo", asegura la Dra. Ana Bellón, médico de familia y experta en nutrición.
La salsa romesco es una buena forma de introducir el tomate en la dieta, aunque también conviene tomarlo entero con piel porque su contenido en licopeno aumenta en un 58% y el de betacaroteno en un 99%, en comparación con la versión pelada.
Las bondades de los frutos secos que también forman parte de esta salsa típica son bien conocidas. Las almendras y las avellanas son una gran fuente de grasas monoinsaturadas, vitamina E y calcio.
El ajo es rico en compuestos azufrados que tienen efecto antibiótico y ayudan a controlar la presión arterial y el colesterol; mientras que el pimiento es uno de los vegetales más ricos en vitamina C, aunque el pimiento seco que se utiliza en la salsa romesco (ñora) no aporta tanta vitamina C como el pimiento crudo.
El aceite de oliva virgen extra es otros de los ingredientes estrella de la salsa romesco que atesora ácido oleico y polifenoles que reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular.