A la hora de elegir lo que comes no solo hay que tener en cuenta las calorías. La variedad también importa y mucho porque, sin ella, es más fácil que dejes de lado algunos nutrientes que son básicos y que, como consecuencia, tu salud se vaya desgastando a causa de la mala alimentación. Afortunadamente, tu cuerpo siempre avisa cuando aparecen problemas y alteraciones no deseadas.
¿En qué solemos fallar al comer?
La dieta habitual de los europeos es pobre en vitaminas del grupo B, vitamina D y ácido fólico, según un estudio publicado en el British Journal of Nutrition. La de los españoles, además, destaca sobre el resto de países europeos analizados en el informe por su bajo contenido en vitamina A.
Estas carencias nutricionales pueden provocar que tu organismo responda con señales a las que tal vez no das importancia, como por ejemplo perder cabello o sufrir infecciones repetidamente. Las señales anteriores son claves que pueden alertarte de que sufres un déficit vitamínico.
Si es tu caso, acude a tu médico o a un dietista-nutricionista.
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