¡Deja de tirar comida! Los mejores trucos para ahorrar aprovechando las sobras

Cocines mucho o poco, con propuestas rápidas o más elaboradas... siempre acaba sobrando comida en algún momento. Te doy algunas ideas para aprovechar sobras y restos de comida. Son trucos sencillos que te ayudarán a no desperdiciar alimentos, a ahorrar y a dar más variedad a tus platos.

Actualizado a
Mujer reaprovechando sobras
iStock

Aunque te sobre poca cantidad de alimento, no lo tires. Guárdalo y dale otro uso en la cocina.

Con los precios de la cesta de la compra (y de todo, en general) disparados, aprovechar los alimentos al máximo y saber cómo darles una nueva vida cuando te han quedado sobras es fundamental para no desperdiciar nada y ahorrar en la cocina. 

Pero no solo es un beneficio para tu bolsillo, también lo es para el planeta. Según datos de WWF, el desperdicio de alimentos causa el 8% de los gases de efecto invernadero en el mundo, algo que hay que tener muy en cuenta ahora que el cambio climático parece estar acelerándose. Y, para combatirlo, aprovechar las sobras es un paso fundamental.

Por ejemplo, puedes usar la piel de la fruta para elaborar con ella un brillo de cobertura para que tus postres luzcan mucho más. Reaprovecha, sobre todo, las de manzana, pera y mango: mezcla 100 g de pieles con 200 ml de agua, una pizca de vainilla y 10 g de azúcar; da un hervor y agrega 5 g de agar-agar en polvo, disuelto en agua. Deja enfriar y listo. 

Este truco es solo un ejemplo de todo lo que puedes hacer para aprovechar las sobras y ahorrar en la cocina. Y no solo eso, gracias a ellos también lograrás enriquecer y dar variedad a tus recetas.

Cómo aprovechar los restos de pescado y carne

Un aperitivo increíble... con raspas de pescado

Cuando limpies pescados pequeños, ¡aprovecha el calcio de las raspas! Sumérgelas en agua fría hasta que cojan un color claro, mézclalas con hinojo en grano, clara de huevo, una pizca de harina, azafrán, sal y pimienta. Tritura, forma obleas y hornéalas a 170º.  ¡Te sorprenderá lo buenas que están!

Crea un aceite con aroma de marisco

Cocina suavemente al baño maría las cabezas de unos langostinos cocidos sumergidas en aceite. Al cabo de unos pocos minutos, obtendrás un aceite con sabor, color y aroma de marisco.

Déjalo enfriar y úsalo, por ejemplo, para elaborar una deliciosa mayonesa que queda muy bien para acompañar platos de pescado (ensaladilla, pasteles fríos...).

Pilpil exprés con la piel del bacalao

Cuando prepares platos con bacalao en las que la piel no sea necesaria (como, por ejemplo, unas croquetas), no la tires.

Congélala y, cuando tengas varias, confítalas a baja temperatura sumergidas en aceite de oliva y verás cómo liberan gelatina en forma de gotas blancas. Retira las pieles, templa el aceite, agítalo enérgicamente, y obtendrás un pilpil de manera rápida.

aprovecha la carne de cocido

Sofríe ajo, comino, clavo, laurel y salsa de tomate, añade la carne de cocido que te haya sobrado y deja en el fuego hasta obtener una pasta espesa. 

Corta patatas en láminas finas y hornéalas hasta que estén tiernas y flexibles. Ponlas en una bandeja sobre papel de horno, encabalgadas y formando un rectángulo. Rellena con la pasta, enrolla para formar un canelón, calienta en el horno... ¡y listo!

Otra opción es hacer buñuelos con ella: deshuesa y desmiga la carne cocida, y rehógala con ajo, comino y pimentón. Deja enfriar, forma bolitas no muy grandes y empánalas pasándolas dos veces por pan rallado. Fríe en aceite caliente y sirve de snack o aperitivo.

Un sencillo fiambre casero

Si te ha sobrado cordero o pollo asado, desmenuza la carne, mezcla con algún fruto seco, clara de huevo, una pizca de gelatina en polvo, aderezo, hortalizas y algo de miel, y amasa hasta obtener una pasta espesa.

Enrolla con papel film (procura que quede muy prieto), cocina al vapor 45 minutos, deja enfriar y sirve en lonchas.

Verduras y hortalizas siempre a punto

Una nueva vida para las berenjenas muy maduras

Prepara una guarnición con un toque dulce con ellas. Pela y trocea la berenjena, hiérvela en agua con sal y una pizca de harina hasta que esté tierna y escúrrela bien. Pon media cucharadita de postre de azúcar en una sartén, deja que se convierta en caramelo y agrega la berenjena, un chorrito de salsa de soja, pimienta y canela molida, y mantén unos minutos a fuego medio. Puedes servirla fría o caliente. 

Aprovecha las hojas verdes de las hortalizas

Al limpiar zanahorias, ajetes o cebolletas, solemos tirar y desperdiciar sus hojas. Una opción para sacarles el máximo partido es lavarlas bien, trocearlas y congelarlas. Después podrás rehogarlas con aceite e incorporarlas, por ejemplo, a tortillas o revueltos.

Tomates cherry en caliente para acompañar

A veces no los consumimos a tiempo, se reblandecen y no quedan bien en una ensalada. Si te ocurre...

Haz un almíbar con un vaso de agua, 40 g de azúcar, orégano y un par de ajos, y deja reducir. Añade 200 g de cherrys con el fuego apagado, mezcla y deja reposar unos minutos. Acompañan de maravilla a una carne asada.

Asa los ajos antes de que empiecen a germinar

Cuando una cabeza de ajos comience a mostrar síntomas de germinar, separa los dientes y, sin pelar, ásalos a 150°, 20 minutos. Una vez tiernos, pélalos y tritúralos con aceite y miel.

Obtendrás una pasta densa muy sabrosa y aromática para usar como base en tostas y aperitivos.

¿Fruta demasiado madura? No la tires, transfórmala

Haz un delicioso chutney de melocotón

Pela unos melocotones maduros, trocea su carne y cocínala en una sartén a fuego medio con algo de aceite, guindilla, clavo, pimienta, jengibre y una pizca de orégano.

Una vez tierno y casi deshecho, enfría y envasa el chutney. Queda muy bien como acompañamiento de carnes y pescados.

Una segunda vida para los cítricos

En cuanto limas y limones empiecen a mostrar signos de estropearse, te recomiendo sacar la ralladura por un lado y el zumo por otro,
y congelarlos.

Al hacer bizcochos y magdalenas podrás añadir la ralladura, que estará en perfecto estado. Y el zumo, usarlo en salsas, licuados y granizados.

Prepara empanadillas de fruta

Trocea y saltea la fruta que se haya madurado en exceso con una pizca de mantequilla, agrega un poco de vainilla en polvo y azúcar, y escurre el exceso de jugo.

Extiende unas obleas para hacer empanadillas, rellénalas con este salteado y sella los bordes con huevo batido. Píntalas por encima también con huevo y hornea a 190° hasta que estén doradas.

Congela los frutos rojos dañados

Las frutos rojos tan delicados que es fácil encontrarnos con un fresón, una frambuesa o una mora dañados. No los tires; quita las partes afectadas, congélalos y otro día los podrás usar triturados en vinagretas o mahonesas. Cuélalas para retirar las semillas.

Una nueva vida para arroces, pastas y legumbres

Elabora un paté vegetal con legumbres

Aprovecha las legumbres que te han sobrado. Sofríe ajo y cebolla hasta que están dorados, retira del fuego, tritura junto a la legumbre y sazona con miel, mostaza, cilantro, ralladura de lima, zumo de lima, sal y pimienta.

Sirve sobre rebanaditas de pan tostado con pimentón dulce y picante por encima.

Prepara paquetitos sorpresa... de arroz

Si te ha sobrado arroz, conviértelo en un aperitivo o un primer plato original. Agrega queso en dados al cereal y reparte esa mezcla en unas hojas de pasta filo bien extendidas (usa varias capas en cada paquetito).

Dobla las puntas y enróllalas. Cuece en el horno precalentado a 190° hasta que la pasta filo esté crujiente. El queso se habrá fundido y los paquetitos quedarán muy cremosos por dentro.

Añade hierbas a la pasta y dale otro aire

Si te sobran caracolas o macarrones hervidos, sécalos, fríelos en aceite caliente y embadúrnalos con una mezcla de comino molido, pimienta, sal y orégano. Es un original acompañamiento para un segundo si antes has tomado una ensalada.

¿Trozos de alimentos olvidados en la nevera? Dales otro uso

Prepara unos entrantes de queso

Aprovecha al máximo los pequeños trozos de queso que a veces te quedan.

Extiende una hoja de papel de horno en una bandeja, ralla quesos variados en montoncitos y reparte encima unos piñones. Hornea a 175° hasta que formen obleas ligeramente doradas, ponlas calientes sobre un rodillo de cocina forrado y deja que se enfríen por completo.

Haz tus propios encurtidos

¡Cuántas veces nos encontramos en el cajón de la nevera puntas de hortalizas! Antes de que zanahorias, coliflor o calabacín acaben estropeándose, prepara un encurtido saciante y saludable.

Lávalas y trocéalas, ponlas en un frasco y rellénalo con una mezcla de una parte de vinagre con tres de agua, sal, azúcar y tus aromas preferidos (tomillo, canela, clavo). Tápalo y en unos días estará listo.

Picoteo dulce con recortes de hojaldre

Si te sobran recortes irregulares de hojaldre, aprovéchalos para lo siguiente: fríelos en aceite caliente hasta que queden hinchados y dorados. Una vez fríos, espolvoréalos con una mezcla de azúcar glas y canela.