El plátano es después de la naranja nuestra fruta favorita. Al menos por lo que se refiere a consumo. Llegamos a tomar casi doce kilos al año. Lo comemos en cualquier estación, puesto que los cultivos de Canarias y otros países exportadores mantienen una presencia constante. Además, es de las frutas más dulces, más fáciles de pelar.
El mayor problema que plantea es la rapidez con la que madura. Eso obliga a los recolectores a arrancarlo muy verde del árbol y ponerlo rápidamente a la venta, para que no se estropee.
Cómo hacer que el plátano madure más rápido
Esa es la razón por la que habitualmente, cuando buscamos plátanos en la tienda suelen estar aún verdes. Y la recomendación es que sea así si no te los vas a comer todos en los 2 o 3 días siguientes.
¿Y qué pasa si quiero comer un plátano hoy o mañana y en la tienda no hay maduros? Hay métodos fáciles de acelerar la maduración:
- Los plátanos maduran liberando una hormona, el gas etileno por la parte del tallo. Si metes el plátano en una bolsa o lo envuelves en papel concentrarás ese gas y acelerarás el proceso.
- También puedes ponerlo junto a frutas maduras que tienen el mismo proceso de maduración con etileno, como manzanas, peras o aguacates.
- El calor acelera también la maduración. Si los dejas al sol o junto a una fuente de calor, por ejemplo el horno o un radiador. No obstante puede que esa maduración sea menos uniforme.
- En zonas húmedas la maduración es más rápida. Si vives en clima seco, pon una olla con agua junto a un radiador o deja los plátanos en una habitación con humidificador.
Cómo evitar que el plátano se ponga negro
Los plátanos muy maduros no son malos. Al contrario, son más dulces y se digieren mejor. Pero hay personas que no les gusta la textura blanda ni el color negruzco que cogen. Si és cierto que los plátanos maduros pierden concentración de vitaminas y minerales, y engordan más, porque sus azúcares se asimilan más rápido.
Hay varios trucos para ralentizar la maduración en casa y que mantenga durante más tiempo ese bonito color amarillo señal de que está en su punto. Básicamente consiste en hacer todo lo contrario de lo que hemos dicho antes:
- Precinta la punta del tallo con papel de aluminio o film de plástico. Así evitarás que el gas etileno se propague por el resto de la fruta.
- Si los platos vienen envasados en bolsas cerradas, sácalos y deja que se aireen para que el gas no acelere el proceso de maduración.
- No los tengas en zonas cálidas, y menos al sol. Tampoco conviene guardarlos en la nevera ya que son frutas tropicales. Lo ideal es y que la habitación sea fresca y sin humedad.
Qué hago con los plátanos maduros
Si aun así los plátanos acaban ennegreciéndose sin que os los hayáis comido, puedes añadirlos a un batido. Además hay recetas en las que incorporar plátanos maduros como ingrediente sin que no se note el mal aspecto. Por ejemplo:
- Arroz a la cubana. Al arroz se le añade huevos fritos, tomate frito y los plátanos fritos en un poco de mantequilla.
- Flan de plátano con chocolate. Hace un flan clásico añadiendo el plátano como ingrediente extra. En lugar de caramelo, pones chocolate fundido.
- Galletas de avena. Solo hay que machacar dos plátanos y añadirles 150 g de copos de avena y un toque de canela y miel. Repartes la masa haciendo galletas y horneas quince minutos a 180 grados.
- Plátanos al vapor con mango. Cueces los plátanos al vapor unos minutos. Echas por encima una salsa de mango troceado, con zumos de naranja, miel y menta fresca. También se puede acompañar de yogur.
Cuáles son los beneficios del plátano
El plátano está estudiadísimo. Hay numerosas investigaciones científicas que han comprobado sus beneficios. Por resumir los más conocidos:
- Ayuda a regular la presión arterial. El plátano es muy rico en potasio, un mineral que interviene activamente para frenar los efectos de la sal. Lo comprobó un estudio del Imperial College de Londres.
- Es un aliado del corazón. El potasio también es utilizado por las células nerviosas que envían la señal al corazón de que lata con regularidad.
- Reduce la acidez y mejora la digestión. La fibra presente en los plátanos es un prebiótico excelente: da de comer a las bacterias beneficiosas del intestino.
- Nos sube el ánimo. “El plátano es una de las frutas con más alto contenido en triptófano”, ha explicado el doctor nutricionista Jorge Juan Prieto. El triptófano es necesario para que el organismo fabrique serotonina, una hormona implicada en la regulación del estado anímico, el estrés y el apetito.
- Ayuda a conciliar el sueño. La serotonina juega también un papel básico en el reloj biológico. Ayuda a que de día nos activemos y de noche nos entren ganas de irnos a dormir.
“De modo que comer un plátano es una buena medida para prevenir el insomnio y favorecer el buen rollo”, resume este nutricionista.