El gazpacho es una excelente manera de tomar verduras crudas.
Una manera perfecta de comer más verduras crudas, un gesto muy saludable para toda la familia, es preparar un buen gazpacho. Es un verdadero cóctel de nutrientes que además permite muchas variaciones así que gustará a todos.
Los estudios que han demostrado sus beneficios saludables son numerosos. Científicos del CiberOBN, por ejemplo, han visto que el gazpacho es útil para combatir la hipertensión (eso sí, si eres cauto con la sal que añades). Además, es una propuesta muy ligera y cargada de vitaminas y antioxidantes, que contribuye a hidratarnos en los días de más calor.
La receta básica de un buen gazpacho
- 1 kg de tomates
- 1 pimiento verde
- 1 pepino
- 1 rebanada de pan
- 2 dientes de ajo
- 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Un chorrito de vinagre de jerez
Pero ¿cuáles son las claves para conseguir que sea sabroso y nutritivo al máximo?
1. No tomarlo muy frío
Aunque es una receta que apetece fresquita, no lo bebas directamente de la nevera porque el frío hace que el gazpacho pierda parte de su sabor.
Lo mejor es que lo saques unos 15 minutos antes, para que se atempere y el gusto de sus exquisitos ingredientes reviva de nuevo.
2. Tritúralo, como mínimo, 3 minutos
Tres minutos es el tiempo necesario para que todos los ingredientes se integren bien. De esta forma, el sabor y la textura de la receta mejorarán.
3. Usa un buen tomate maduro
Es el sabor que tiene que reinar en esta preparación y eso no solo se consigue poniendo más cantidad de este ingrediente que de ningún otro: es fundamental que elijas tomates muy rojos, maduros, aunque más vale descartar los que estén un poco "tocados".
La clave de un gazpacho sabroso está en la calidad de los productos, aunque acaben triturados
Lávalos bien, trocéalos y tritúralos con el resto de alimentos y si te molesta encontrarte restos de pieles, es mejor pasarlo por un colador chino que batir insistentemente: así se espesará.
4. No te pases con el pimiento
Es un cóctel antioxidante y protector... pero en este caso conviene usarlo con mesura. Si se te va la mano, su sabor dominará y, lo que es peor, el gazpacho tomará un color parduzco poco atractivo.
5. Rebaja el gusto del ajo, si quieres
Te gusta añadirlo, pero a veces te sienta mal, te "vuelve" o no le gusta a tus invitados.
La mejor solución en este caso es pelarlos y escaldarlos en agua hirviendo unos 10 segundos antes de triturarlos. Con este simple gesto, mantienes el sabor y te ahorras sus "inconvenientes".
6. Si añades pan, escúrrelo bien
Hay tantas recetas de gazpacho como personas porque cada una le da su toque personal. Si eres de las que agrega un poco de pan remojado con agua y vinagre, estrújalo bien para que el gusto nal, y la textura, no se resientan.
7. Varía su sabor con fruta
Sandía y fresas son las que mejor encajan. Una primera opción es sustituir parte del tomate por fresas. Otra, combinar esos dos ingredientes con sandía (sin pepitas). En ambos casos, lo mejor es retirar el pepino.
8. Tómalo recién hecho
Este tipo de preparaciones conviene comerlas al momento o, como mucho, al cabo de unas horas.
El máximo que "soporta" son dos días de nevera, ya que con el tiempo el tomate toma un gusto rancio. Al sacarlo del refrigerador tendrás que agitarlo porque notarás que la parte "sólida" se ha separado de la más líquida. Si has añadido pan, no sucede tanto.
9. Transfórmalo en sopa
El gazpacho suele tener una consistencia bastante líquida, pero si queremos podemos convertirlo en una sopa fría. Para conseguirlo, añade aceite y tritura la mezcla durante más tiempo. De este modo consigues que emulsione.
Por su consistencia, el gazpacho queda muy bien servido en vasitos
El resultado no solo será más espeso, también adquirirá un tono rosado.
10. un refresco para cualquier hora
En verano necesitamos más líquidos que en los meses de menos calor. Si añades agua helada a un gazpacho obtienes una bebida especialmente ligera, vitamínica y sabrosa.
11. Inventa pero sin pasarte
En muchas ocasiones te hablamos de lo útiles que son las hierbas aromáticas para sazonar los platos.
En este caso, sin embargo, se convierten en un arma de doble filo. Añadir albahaca, por ejemplo, resta autenticidad al gazpacho y transforma demasiado su sabor.
12. Un gazpacho ¿verde?
Si aun así te gusta personalizar tus recetas, y ya has hecho tus pinitos con los smoothies, ¿qué te parece este gazpacho verde?
- Tritura pepino, ajo, apio y espinacas con aceite de oliva y unas gotas de vinagre.
Escoge los mejores ingredientes
- Tomate. Mientras esté maduro, todo va bien, pero se suelen recomendar los de pera, muy carnosos y poco ácidos. Eso sí, es importante que estén suficientemente blandos.
- Vinagre y aceite. Para que no se salgan de su papel secundario, el vinagre que sea de Jerez o blanco; el aceite, que tenga personalidad pero que no se imponga, como el de arbequina.
- Pimiento y pepino. Elige piezas medianas o pequeñas para permitir que sea el tomate maduro el que brille. El pepino es algo de lo que se puede prescindir según el gusto de cada uno. Cuando no hay pepino, el gazpacho queda más espeso ya que aporta básicamente agua y un toque de sabor.