Para comer despacio es importante que crees el ambiente adecuado.
Está comprobado que comer rápido no es bueno ni para tu peso ni para tu salud: te hinchas, la digestión es más costosa y tu índice de masa corporal se eleva, entre otras cosas.
Para comer despacio y de forma consciente, es muy importante que prestes atención tanto al ambiente como a tu forma de actuar cuando te sientas a la mesa.
Cómo conseguir comer más despacio
El espacio y la compañía a la hora de comer afectan, y mucho. Con estos sencillos gestos crearás un ambiente propicio para disfrutar del acto de alimentarte:
1. Ambiente agradable
Es importante que sea confortable y tranquilo. Un entorno acogedor donde sentarse a comer (conviene evitar comer sentados en un sofá) que invite a centrarse y a disfrutar de forma consciente de la comida.
2. Una iluminación adecuada
Para iluminar el comedor se recomienda usar lámparas que den una luz de tonalidades suaves que permita generar un ambiente relajante. Dos alternativas útiles son las lámparas de pie y las de techo con luz cenital que, además, ahorran espacio.
3. Ponte música relajante
La música ambiental suave y lenta también te ayudará a relajarte a la hora de tus comidas, porque contribuye a crear un buen ambiente sin que suponga una distracción.
4. Apaga la radio y el televisor
Evitarás distracciones. Tampoco te conviene leer el periódico, revisar apuntes del trabajo, curiosear la tablet… y, sobre todo, aleja el móvil de la mesa: rompe el ritmo de la comida, altera la tranquilidad, interrumpe conversaciones…
5. Prepara la mesa con mimo
Dispón la mesa de forma práctica, pero que te permita alejarte de las prisas y preocupaciones. Para ello, coloca un mantel bonito, unos cubiertos sencillos y una vajilla que encaje. También es muy estimulante poner un jarrón con flores frescas, incluso algunas velas que hagan más cálido el ambiente.
6. Cuida la presentación
Comer debe ser un placer en todos los aspectos. Por eso, aunque no te consideres un chef, procura emplatar las preparaciones de forma atractiva y vistosa para deleitarte con el acto de comer.
7. El recordatorio que te ayuda
Coloca un reloj en la mesa. Fíjate en la hora y date al menos 30 minutos. La clave es que toda la comida dure todo ese tiempo.
Cómo comer con menos ansiedad y más lento
Ya imaginarás que sentarte a la mesa ansiosa o hambrienta hará que comas mucho más deprisa. Estos consejos te servirán para hacerlo con calma:
Siéntate para disfrutar de la comida
Comer de pie conduce a hacerlo más rápido y de forma inconsciente. Para disfrutar de los alimentos, relájate y siéntate cuidando la postura. Coloca los pies planos y paralelos y alinea la columna. Relaja el abdomen y mantenlo así durante toda la comida.
Usa el tenedor y el cuchillo
Y suéltalos entre bocado y bocado, colocándolos al lado del plato. Este simple gesto te ayudará a disfrutar más de la comida, ya que podrás centrar más la atención en la boca, dándote cuenta del placer que supone cada uno de los bocados que ingieres.
Toma bocados pequeños
Prepara los platos con la comida en porciones grandes, pero para luego ir cortándola con el cuchillo y el tenedor. Hazlo en trozos pequeños y mastica cada bocado al menos 20 veces. Te saciarás antes con lo que acabarás menos cantidad.
Sírvete en un bol en lugar de un plato
En él cabe menos cantidad pero queda con volumen y bien dispuesta. Si es azul o verdoso, comerás menos (son tonos que no estimulan tu apetito)y no te pasarás al servirte alimentos "claros" como la pasta: al contrastar con la vajilla la "llenan" antes.
Huele y observa lo que vas a tomar
Analiza su color y su apariencia. Di para tus adentros qué te parece, descríbelo. Y disfruta también de su aroma. Así no solo comerás de modo más consciente, sino que tu cerebro se pondrá "en marcha" aun antes de empezar a comer.
"Escucha" a tu estómago
¿De verdad notas una sensación de vacío, de hambre? ¿O notas que las ansias por comer se concentran más en tu boca que en el estómago? Distinguir entre una cosa u otra te ayudará a comer sin prisa.
Presta atención en la cocina
Recuerda que la forma en que cocinas también es importante y afecta al modo en que tu cuerpo procesa los alimentos.
- Elige alimentos enteros. Opta por vegetales crudos y otros productos ricos en fibra y prescinde de las preparaciones muy blandas. Añade frutos secos, picatostes o cereales integrales a sopas y yogures.
- La pasta o el arroz, al dente. Cuando su textura es "firme", te hacen masticar. Además, su índice glucémico es más bajo, y eso te beneficia.
Un truco para masticar lento
Justo al inicio de la comida... practica con una uva. Prueba este ejercicio:
- Relájate haciendo tres respiraciones profundas prestando atención al aire que inhalas y exhalas.
- Toma un grano de uva y deléitate en él con la ayuda de todos tus sentidos (vista, olfato, gusto y tacto).
- Muévelo por el interior de la boca antes de morderlo con suavidad.
¿Qué consigues con este ejercicio? Cuando se come de forma consciente, no solo se pretende nutrir el cuerpo, sino también que la comida sea una experiencia placentera para la mente y los sentidos.