El zumo de fruta japonesa que hay que beber más en España para bajar la tensión sin tomar pastillas

Un estudio ha demostrado que el zumo de esta fruta japonesa frena la hormona que favorece la hipertensión. Podría ser una buena opción para prevenir la enfermedad o para controlarla si ya se sufre.

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CIRUELA JAPONESA UME

Una fruta típica de Japón contiene compuestos que frenan ese estrés oxidativo.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

La hipertensión es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares y, a pesar de los avances en el tratamiento, incluso las personas que toman medicamentos para controlar la presión arterial siguen teniendo un alto riesgo de muerte por infarto, ictus e  insuficiencia cardíaca. Además, la hipertensión no provoca síntomas, por lo que hay muchas personas sin diagnosticar que no se tratan y tienen un alto riesgo cardiovascular sin saberlo.

Los hipertensos pueden tomar una media de dos o tres fármacos combinados para reducir las cifras de presión arterial pero en ocasiones no se consigue. Por eso los científicos no cesan en la búsqueda de estrategias alternativas para mantener a raya la presión arterial que no impliquen fármacos. Se sabe que la dieta, la pérdida de peso y el ejercicio ayudan a controlar el problema. Ahora, investigadores de la Escuela de Medicina Lewis Katz de la Universidad de Temple han descubierto que la presión arterial puede mejorar y mucho con un simple concentrado diario de zumo de ciruela japonesa (Prunus mume).

La ciruela japonesa es en realidad una variedad de albaricoque. Se trata de un alimento alcalinizante y con un alto contenido en minerales y proteínas.

El secreto del bainiku-ekisu

Bainiku-ekisu es el nombre que recibe en el país nipón el zumo concentrado preparado con ciruela japonesa.

La fruta cruda de la ciruela japonesa, tradicionalmente conocida como "Ume" en Japón, contiene toxinas y, por lo tanto, a menudo se procesa en jugos para el consumo. El concentrado de jugo, conocido como bainiku-ekisu, se ha consumido en Japón como complemento saludable desde el siglo XVIII. Al bainiku-ekisu siempre se le han atribuido propiedades para prevenir enfermedades cardíacas, en concreto la hipertensión, aunque no había muchos estudios sobre el tema.

evita la hipertensión

Para comprender mejor los posibles efectos antihipertensivos de bainiku-ekisu, los investigadores realizaron experimentos en ratones a los que se inyectó angiotensina II, la hormona que favorece el desarrollo de la hipertensión. A un grupo se le dio agua y al otro bainiku-ekisu. 

Estudiaron la función cardiovascular de ambos grupos y vieron que los que habían tomado el concentrado de ciruela japonesa no habían desarrollado hipertensión. El análisis de tejidos reveló que el concentrado de jugo protegía las arterias de los efectos de la angiotensina II. En particular, la hipertrofia (crecimiento y agrandamiento) de la aorta fue mínima en los ratones que tomaron bainiku-ekisu, mientras que los animales de control tenían una marcada hipertrofia aórtica. El Bainiku-ekisu también redujo la actividad de las células que desencadenan procesos inflamatorios asociados con la hipertensión.

Según la Fundación Española del Corazón, en España hay 11 millones de personas con la tension arterial alta. La prevalencia de la hipertensión en nuestro país es media (un 36,7%) si se compara con la media mundial (un 40%), pero lo cierto es que las cifras siguen siendo muy elevadas. La edad es el principal factor de riesgo por el envejecimiento de las arterias, pero cada vez se da en gente más joven debido a una dieta poco saludable y a la falta de ejercicio.

Un buen preventivo

Los investigadores estudiaron los posibles mecanismos por los cuales bainiku-ekisu previno la hipertensión en ratones. "En la hipertensión hay altos niveles de estrés oxidativo, lo que conduce a más inflamación, más rigidez vascular y, finalmente, al desarrollo de enfermedades cardiovasculares más graves", apunta el Dr.Satoru Eguchi, autor del estudio. El bainiku-ekisu contendría compuestos que frenan ese estrés oxidativo.