Cepillarse los dientes tres veces al día (o al menos dos pero que una sea antes de ir a dormir) es la base de la higiene dental. Hay que hacerlo durante dos minutos y los dentistas aconsejan que sea con pasta con flúor. Después del cepillado le toca el turno al hilo dental. La teoría la sabemos casi todos, pero hay un error que cometemos la mayoría a la hora de lavarnos los dientes: mojar el cepillo antes de poner la pasta dental o cuando ya la hemos puesto.
El error de mojar el cepillo
Mojar el cepillo tiene dos objetivos: o bien limpiarlo antes de poner la pasta o bien conseguir que la pasta se agarre más al cepillo una vez la hemos puesto.
Pero en realidad lo único que consigues con este gesto es que pierda eficacia la pasta de dientes. "Si mojas el cepillo de dientes antes de ponerte la pasta dental, la estás diluyendo. La pasta de dientes ya tiene la cantidad correcta de humedad. Si está húmeda, hace espuma más rápido y te hace escupir antes", ha explicado el Dr. Sahil Patel en declaraciones al periódico Daily Mirror.
En definitiva, que si mojas el cepillo solo conseguirás que la pasta pierda su fuerza y no arrastre bien la suciedad ni elimine correctamente la placa.
Haz la prueba: pon pasta de dientes sin mojar el cepillo y tócala suavemente con el dedo. Comprobarás lo pegajosa que es. Ahora mójalo un poco y vuelve a tocar la pasta. Verás que se adhiere mucho menos al dedo y eso mismo ocurre con la suciedad: no se arrastra bien.
Normas básicas de un correcto cepillado dental
El Dr. Iván Malagón recuerda las pautas básicas para un correcto cepillado dental:
- Cambia el cepillo de dientes cada 3 meses. Lo ideal es que sea de cerdas suaves o medias y mejor eléctrico. Debe tener un cabezal pequeño, ya que uno demasiado grande impide llegar bien a todas las zonas de la boca, por lo que es mejor uno más pequeño que permita limpiar todos los recovecos, incluyendo la lengua, el paladar y las encías.
- Tiempo y frecuencia del cepillado. El consejo es cepillar los dientes durante 2 minutos. Se recomienda hacerlo después de cada comida pero si no es posible debe hacerse al menos 2 veces al día (siendo muy importante no olvidarse del cepillado de antes de dormir).
- Cepilla también la lengua. Entre las vellosidades que cubren la superficie de la lengua se acumulan muchos restos de comida y placa bacteriana.
- Hilo dental. Es recomendable usarlo al menos una vez al día. El momento idóneo es antes del cepillado de después de cenar.
- Enjuagues bucales. Antes de comenzar todo el proceso de cepillado deberías enjuagar la boca con agua, ya que hace que se reblandezcan los depósitos de calcio de la saliva y la comida acumulada.
- Cuidado con el colutorio: Nunca debe sustituir el cepillado. Úsalos si el especialista te lo recomienda pero siempre como complemento a un correcto cepillado. No abuses porque pueden ser agresivos y eliminar la flora bacteriana "buena" de la boca.
- Pasta de dientes. Sigue el consejo de tu dentista pero como norma debe ser fluorada. La medida ideal de pasta de dientes en el cepillo es el tamaño de un guisante.