Las personas con tetracromía pueden ver tonalidades que el resto de los humanos no ven.
El mundo no es igual para todos. Es nuestro cerebro el que mediante unas células sensibles recibe sonidos, olores e imágenes y las procesa para crear nuestra realidad.
Así que no, no vemos todos lo mismo. En comparación con otros animales, ni siquiera nuestro ojo es especialmente bueno. Las águilas tienen una capacidad de enfoque ocho veces mayor, y el gato o el búho tienen una mejor visión nocturna. Pero entre los humanos sí hay un grupo de privilegiados: los tetracrómatas.
Qué es la visión tetracromática
La visión tetracromática es una capacidad de ver muchos más matices de colores de los que ven el resto de personas. Para entenderlo primero vamos a recordar un concepto sobre los colores.
Son personas que tienen un cuarto tipo de células sensibles a los colores, cuando la mayoría solo tenemos tres
Hay tres colores básicos, el rojo, el verde y el azul. Con la combinación de estos se pueden crear todos los otros colores. Nuestros ojos captan estos tres colores mediante unas células sensibles a la luz que se llaman conos. Estos conos están en la retina. Hay de tres tipos, cada uno sensible a uno de esos tres colores.
- La mayoría de las personas son tricromátas, pues tienen conos de los tres tipos.
- Hay personas con menos capacidad de visión porque les falla un tipo de cono, son los dicrómatas.
“Son los daltónicos. Normalmente les cuesta distinguir el rojo del verde. Aunque hay casos muy llamativos que solo ven en blanco y negro. Lo que se conoce como acromatopsia”, nos explica el doctor Julio Ortega, oftalmólogo de la Clínica Baviera en Bilbao. Según qué cono tienes alterado te afecta de una manera u otra.
- Hay otro grupo que podría tener una visión excepcional. Tendría un cuarto tipo de cono. Por eso se les trama tetracrómatas.
Ese cuarto cono, que captaría un tipo de color diferente entre el verde y el amarillo, les permitiría ampliar su percepción.
Cómo ven los tetracrómatas
Esas personas pueden ver tonalidades que el resto de los humanos no vemos. Son variaciones sutiles y como no podemos meternos en los ojos de otros, es difícil saber que la otra persona ve el color distinto.
“Los colores también tienen un componente filosófico y cultural. El vasco antiguo, por ejemplo, no diferenciaba el verde del azul. Solo había una palabra para designar los dos colores”, cuenta el doctor Ortega.
Como sabes, la luz se transmite por ondas y en la longitud de esa onda están todos los colores. Hay colores que no podemos ver y por tanto solo imaginar, los infrarrojos, que están en una longitud de onda por debajo del rojo, y los ultravioletas, que están por encima del violeta.
“No estoy de acuerdo con el nombre de tetracrómatas porque no hay un cuarto color básico. Estas personas solo son más sensibles a tonalidades de los colores que ya conocemos”, puntualiza el oftalmólogo. Sus ojos no capan colores ultravioletas, por ejemplo.
Quién puede ser tetracrómata
Las investigaciones indican que la mayoría de las personas que pueden tener esta capacidad tetracromática son mujeres. Puede haber algún hombre, pero son excepción.
El motivo del tetracromatismo parece estar en una alteración genética del cromosoma X
Y es así, por cómo se produce la tetracromatía. La razón de que tengan un cono más, un cuarto tipo de células sensibles a los colores, es una mutación genética. Esa mutación se produce en el cromosoma X. Las mujeres tienen dos cromosomas X lo que multiplica la posibilidad de que haya una alteración.
Según una investigación que está llevando a cabo la Universidad de Newcastle (Reino Unido) hasta un 12% de las mujeres pueden tener este gen alterado. Lo que no quiere decir que todas lo expresen. Es decir, que el gen haya creado ese cuarto tipo de conos y vean más tonalidades.
Cómo saber si soy tetracrómata
No hay una manera fácil de discernir si formas parte de ese grupo privilegiado. “No tenemos pruebas médicas en la clínica normal para conocer la capacidad total de tonalidades que distingue una persona. El test más exhaustivo solo examina cien tonos, que ya es mucho”, dice el doctor Ortega.
Si te es difícil encontrar ropa que combine bien puede ser una pista de que eres tetracrómata
El estudio de la Universidad de Newcastle busca posibles personas tetracrómatas para hacer un análisis genético y cuantificar cuánta gente hay. En su web aportan pistas sobre cómo saber si puedes ser una:
- Si eres mujer y tienes un hijo o padre con un leve daltonismo, hay posibilidades de que veas el mundo en colores diferentes a la media.
Otras posibles pistas son:
- ¿Tienes buena memoria para los colores?
- ¿Has notado diferencias de colores que otros no ven?
- ¿Ves discrepancias en la combinación de colores en la ropa que otros no ven?
- ¿Te resulta difícil combinar la ropa y elegir colores que peguen?
Si contestas que sí a alguna de estas preguntas, hay posibilidades de que tengas visión tetracromática.
Por último, una curiosidad. Hay una serie de imágenes virales en que la gente ve colores diferentes, por ejemplo en un vestido. No tienen relación con el tetracromatismo. Para empezar, las pantallas del televisor o el móvil se basan en los tres colores básicos, el tricromatismo, así que no pueden ofrecer esos otros colores que verían los tetracromáticos.
“Esas diferencias en la percepción del color de la imagen se producen en nuestro cerebro. En cómo procesa lo que le ha transmitido las células sensibles del ojo”, puntualiza el doctor Ortega.