Algunos síntomas vinculados a los problemas vista son sutiles y pueden pasar desapercibidos.
Los problemas en la vista pueden tener un gran impacto en la calidad de vida, por eso es importante hacer las revisiones periódicas en el oculista y estar atento a cualquier síntoma que pueda indicar alteraciones en la salud de los ojos.
Pero ¿cómo podemos saber si un problema en los ojos es una simple molestia o el comienzo de algo más grave? Los siguientes signos y síntomas te alertan de que es momento de llamar al oculista, pues la detección temprana de problemas oculares graves puede ayudar a preservar tu vista. Además, incluso los problemas oculares que no amenazan la visión pueden tratarse para ver lo mejor posible.
¿Notas el ojo seco?
Sobre el ojo hay una especie de capa que lo cubre, una película lacrimal que es la que se encarga de nutrir y oxigenar la córnea y de arrastrar cualquier partícula extraña que entre en contacto con ella. Con los años, la producción de esta capa puede llegar a disminuir en un 60%.
La producción de la sustancia que protege tu córnea se reduce con los años
También puede ocurrir que la lágrima se evapore con mayor rapidez porque la capa oleosa que cubre el borde del párpado (y que se encarga de “retener" las lágrimas) se deteriora.
Todo esto acaba provocando sensación de arenilla en los ojos, escozor e incluso dolor.
¿Distingues bien los colores?
En la retina hay unas células especializadas en distinguir los colores primarios, pero hay situaciones, como la influencia de un trastorno genético o un accidente, que pueden hacer que no veas todas las tonalidades.
Si solo se pierden algunos tonos no pasa nada, pero si la alteración a la hora de percibir los colores es más seria, esto puede dificultar la calidad de vida.
¿Te duele dentro del ojo?
Cuando hay una oxigenación pobre de la córnea, esta puede acabar dañada. Esto ocurre a veces por el uso inadecuado de las lentes de contacto.
El dolor también puede estar provocado por una pequeña lesión en el ojo. Conviene prestar atención a esto, porque si aparece una cicatriz, esta puede hacer que la luz llegue al ojo distorsionada y provoque entonces problemas de vista.
¿Te pica o escuece el ojo?
Los párpados, las pestañas y las glándulas lacrimales que protegen el globo ocular son muy sensibles. Las infecciones en estas zonas son habituales (blefaritis, orzuelos, conjuntivitis...) y provocan síntomas como escozor, picor o dolor en los ojos que pueden llegar a ser muy molestos.
¿Ves borroso y con los contornos desdibujados?
Cuando hay problemas directamente relacionados con una deficiencia en la detección de formas nítidas, es urgente buscar ayuda.
Ver borroso puede estar indicando que hay una catarata. Cuando se está formando produce visión borrosa, la luz se percibe más apagada y los colores menos vivos.
Si ves borroso puede ser por cataratas
Ante estos síntomas, acude al oculista. Ten en cuenta que suele aparecer primero en un ojo y con el paso del tiempo aparecerá en el otro.
¿Te Falla la visión lateral y ves los extremos negros?
Puede tratarse de glaucoma. El ojo tiene un líquido que lo humedece y se va renovando, pero si se acumula, va presionando el nervio óptico. A medida que la enfermedad avanza el nervio va estando más comprometido y empiezas a perder visión por los laterales del ojo.
Hay que hacerse revisiones periódicas en el oculista, especialmente a partir de los 40 años, ya que el glaucoma no causa síntomas hasta que está muy avanzado y entonces es más difícil de detener. En el caso de esta enfermedad la prevención es tu mejor aliada.
¿Ves “moscas volantes” al mover el ojo?
Habrá que comprobar si se trata de un desprendimiento de retina. Esto sucede cuando la capa externa y la interna de la retina se separan. Si la retina "se rompe" aparecen unos puntos negros que se desplazan frente a ti (lo que se conoce como moscas volantes), también sombras en un área de la visión o destellos luminosos.
¿Notas un punto difuso en el centro de tu visión?
Es importante tratarlo a tiempo, ya que podrías estar sufriendo degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
- Se origina cuando la mácula (que es una parte de la retina responsable de la visión central y la agudeza visual) se debilita, de manera que las áreas del centro del campo visual se ven borrosas y las líneas rectas se ven como si fuesen curvas.
¿Ves mal de cerca?
Esto puede indicar vista cansada (presbicia). En el ojo tenemos una estructura llamada cristalino, una lente propia del ojo que sirve para enfocar los objetos que tenemos a diferentes distancias.
El cristalino se "mueve" para enfocar de lejos y de cerca, pero con los años gana grosor y entonces pierde elasticidad, es decir, pierde la capacidad de enfocar.
- Este mecanismo de enfoque falla sobre todo cuando miras objetos a una distancia de entre 35 cm y 1 m. Es clave acudir al oftalmólogo ante la primera señal de vista cansada para corregirla.
¿No ves bien de lejos?
Se trata del síntoma clásico de la miopía. Este problema puede aparecer de repente a cualquier edad o ir aumentando en ciertos momentos de la vida (un embarazo, por ejemplo, puede ser causa de aumento de dioptrías). Por eso, si ya tenías miopía, pero hace tiempo que no te gradúas las lentes, acude a tu oculista para que las ajuste a tus nuevas necesidades.
Además, si no llevas gafas pero detectas que te cuesta mirar a lo lejos y para hacerlo cierras un poco los ojos, acude también a hacerte una revisión de la vista.