Un ensayo experimental logra curar el cáncer de ovario y el colorrectal en seis días

Un tratamiento de inmunoterapia inicial pero muy esperanzador. Unos investigadores han conseguido curar las células tumorales en ratones con cáncer avanzado de ovario y en el colorrectal. El tratamiento pasa ahora a los ensayos clínicos en humanos, que podrían comenzar este mismo año.

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Un ensayo experimental logra curar el cáncer de ovario y el colorrectal en seis días
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Antes de que acabe el año se espera obtener la aprobación para empezar los ensayos clínicos en humanos.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Bioingenieros de la Universidad de Rice, en el estado de Texas, han conseguido erradicar el cáncer de ovario y colorrectal en ratones, incluso en etapas avanzadas y con un tratamiento de solo seis días.

Se trata lógicamente de un primer paso. Sin embargo, los investigadores se muestran muy optimistas puesto que han utilizado tratamientos muy seguros. Esperan que antes de que acabe este año obtengan la aprobación y se hayan empezado los ensayos clínicos en humanos.

En qué consiste el tratamiento

Los investigadores han utilizado lo que denominan fábricas de medicamentos” implantables y del tamaño de una cabeza de alfiler. Se trata de bolitas productoras de medicamento que se implantan junto al tumor.

Unas bolitas junto al tumor crean proteínas que avisan a nuestras células inmunitarias para que ataquen

Estas bolitas administran dosis altas y continuas de interleucina-2. Se trata de un compuesto natural que activa nuestras defensas naturales. La interleucina-2 es una citoquina, término que ya conocerás porque la tormenta de citoquinas ha sido uno de los graves problemas que provoca la covid y que causaba más muertes.

En este caso, la producción de citoquinas es controlada. Las citoquinas son unas proteínas que activan los glóbulos blancos, nuestras células inmunitarias, para que se encarguen de combatir las células tumorales.

Las bolitas contienen células diseñadas para producir la interleucina-2 y están envueltas en una cáscara protectora que nuestras defensas identifican como extraña, pero no como amenaza, por lo que puede funcionar dentro del cuerpo sin problemas.

Qué resultados han logrado

Las bolitas se implantan en una operación quirúrgica poco invasiva. "Solo implantamos una vez, pero las fábricas de medicamentos siguen haciendo la dosis todos los días, en las zonas donde se hace necesario hasta que se elimine el cáncer", ha explicado el profesor Omid Veiseh, codirector del proyecto.

Los resultados en ratones de laboratorio han sido muy buenos. “Una vez que determinamos la dosis correcta, cuántas bolitas necesitábamos, pudimos erradicar los tumores en el cien por cien de los animales con cáncer de ovario y en siete de los ocho animales con cáncer colorrectal”, ha añadido el investigador.

Los resultados del tratamiento se han presentado en un estudio en la revista Science Advances. El profesor Veiseh ha insistido en que el equipo había utilizado solo componentes que ya habían demostrado ser seguros para el uso en personas y que este próximo otoño podrían empezar las pruebas con humanos.

Un tratamiento que ya se ha probado

Las bolitas productoras de interleucina-2 se colocaron junto a los tumores dentro del peritoneo. El peritoneo es la membrana que rodea nuestros órganos abdominales, incluidos los intestinos y los ovarios, y los sostiene para que sigan juntos.

Esta colocación estratégica permite que la actividad de las citoquinas se centre en la zona que deben atacar las células inmunitarias y limite la afectación en otras áreas. “Así se evitan los efectos secundarios sistémicos de las citoquinas y otros medicamentos proinflamatorios”, subrayan los investigadores.

Los tratamientos con citoquinas para frenar el tumor no son nuevos, sí lo es la manera más efectiva de administrarlas

El tratamiento antitumoral con citoquinas no es nuevo. Hay varias investigaciones y tratamientos en marcha con inmunoterapia. Lo que es esperanzador es que se haya conseguido concentraciones de citoquinas directamente sobre los tumores. Es como haber encontrado con la señal para que todas las defensas se puedan concentrar en el objetivo.

"Si se diera la misma concentración de la proteína a través de una bomba intravenosa, sería extremadamente tóxico", han explicado los científicos. "Con las fábricas de medicamentos, la concentración que vemos en otras partes del cuerpo, lejos del sitio del tumor, es en realidad más baja de lo que los pacientes tienen que tolerar con los tratamientos intravenosos. La alta concentración es solo en el sitio del tumor".

Abre la puerta a otros tipos de cáncer

El mecanismo, una vez se haya validado y aprobado, abre muchas otras expectativas, pues hay otros tipos de tumores que pueden beneficiarse de esta nueva terapia autoinmune.

Por ejemplo, podría aplicarse para tratar los cánceres de páncreas, hígado, pulmones y otros órganos, según han enumerado los investigadores. “Las fábricas de medicamentos podrían colocarse junto a los tumores y dentro de los revestimientos que rodean esos órganos”, han dicho.

Y si se necesita una citoquina diferente para atacar una forma específica de tumor, las bolitas pueden cargarse con células modificadas que producen ese compuesto inmunoterapéutico.