La amigdalectomía, que es como se denomina la extirpación de las amígdalas, era una operación común para cortar de raíz cuando había varias infecciones de las amígdalas, es decir amigdalitis (o anginas, como se llama popularmente).
“Hoy en día han cambiado las tendencias en este tipo de cirugía y sin duda somos mucho más estrictos”, explica el doctor Oliver Haag, jefe del servicio de Otorrinolaringología del hospital infantil San Joan de Déu, de Barcelona.
QUÉ SON LAS AMÍGDALAS
Las amígdalas son dos pequeñas bolsitas de tejido en la parte de atrás de la boca. Forman parte del sistema linfático.
Su función es actuar como primera línea de defensa: eliminar las infecciones, atrapando gérmenes que entran por la boca o la nariz.
Las amígdalas son una primera línea de defensa contra virus y bacterias que entran por la nariz y boca
- Las amígdalas producen glóbulos blancos con los que combaten a virus y bacterias.
En esta función trabajan en conjunto con los adenoides, que son otra pequeña protección extra justo detrás de la nariz, en la parte alta de la garganta.
Los adenoides se reducen de tamaño a los cinco años y en la adolescencia desaparecen, puesto que el cuerpo adulto ya tiene un sistema maduro para combatir los gérmenes.
POR QUÉ SE OPERAN
Al estar en primera línea de defensa, las amígdalas son especialmente proclives a que virus y bacterias las ataquen y se inflamen, sobre todo en la infancia.
Las anginas o amigdalitis ha sido la causa más frecuente de la operación de amígdalas.
“Vivimos una etapa en que parecía un péndulo, iba por modas, primero se operaba a casi todos los niños a una cierta edad, y luego hubo una tendencia a casi no operar”, explica el doctor.
Hoy hay unos criterios fijados más estrictos. Se llaman los criterios Paradise, que se van revisando periódicamente.
Estos criterios establecen que se operan a los niños sobre todo en dos casos:
- Si sufre más de seis infecciones bacterianas en un solo año o más de cinco infecciones cada año durante tres años.
- Las amígdalas hipertróficas. Son amígdalas excesivamente grandes que obstruyen e impiden una buena respiración por la noche. Provocan una apnea del sueño. El paciente no puede descansar bien.
LA APNEA DEL SUEÑO ES EL PRINCIPAL PROBLEMA
Todo el tema del sueño, la calidad y descanso en el caso de los niños es hoy el principal motivo por el que se operan las amígdalas.
“Hoy el 70% de la cirugía admigdalar se hace por estos casos de obstrucción y solo el 30% es debido a infecciones”, señala el doctor Haag.
Hoy solo el 30% de operaciones es por infecciones, la mayoría es por apnea del sueño
Con la operación, el niño deja de roncar, no se mueve tanto y tiene un mejor descanso que repercutirá muy beneficiosamente en su vida. Antes no se daba tanta importancia a este aspecto.
Además,en la actualidad, la operación por unas amígdalas excesivamente grandes es menos agresiva.
CÓMO ES LA OPERACIÓN DE AMÍGDALAS
Ya no se quita siempre toda la amígdala. En estos casos que son muy grandes se hace lo que se llama cirugía parcial.
La amígdala tiene una cápsula. Si respetamos la cápsula y quitamos lo de dentro, un 80 o incluso un 90% de la amígdala, el posoperatorio es más sencillo.
- “Respetando la cápsula, respetamos el músculo que está debajo y resulta menos doloroso el postoperatorio”, explica el otorrino.
- También sangran menos. Una gran noticia puesto que lo más temido de este tipo de operaciones son los sangrados postoperatorios.
“En los casos de infecciones, a veces también se puede optar por una cirugía parcial. Pero si el paciente tiene amigdalitis crónica, con un foco de infección permanente, la indicación es quitar toda la amígdala”, añade el doctor Haag.
La operación es relativamente corta. Dura aproximadamente una hora, entre que entra y sale del quirófano. Aunque la operación en sí son veinte o treinta minutos.
CÓMO ES EL POSTOPERATORIO
La recuperación suele ser rápida, pero el dolor se alarga una semana.
A los padres se les da una serie de recomendaciones:
- Que el niño se quede en casa una semana, sin colegio ni actividades deportivas. “Hay que evitar los esfuerzos porque pueden producir sangrados”, aconseja el doctor.
- Una dieta blanda y sin picantes. Se han de evitar los platos contundentes, que hagan que al deglutir se rasque o irriten con la comida el cuello.
¿PUEDEN VOLVER A APARECER LAS INFECCIONES?
En el caso de la operación que se realiza para poner fin a las infecciones recurrentes de las amígdalas, lógicamente al extraerse, ya no pueden reproducirse.
En la zona de las amígdalas hay unas cavidades que pueden convertirse en un foco infeccioso. Al operar, se sanea y ese foco desaparece.
La operación limpia un foco de infección importante, aunque no es el único
"La cirugía ni quita ni baja la inmunidad, sino que el tejido alrededor lo compensa ( hay muchas publicaciones que lo avalan)", apunta el doctor Haag.
“Hemos retirado una parte importante del tejido del sistema linfático, aunque aún queda en la lengua y la garganta”, añade.
Sin embargo, eso no quiere decir que se haya inmunizado de las infecciones.
Pueden aparecer otro tipo de infecciones de garganta, como faringitis, por ejemplo, o problemas más benignos como constipados, en una proporción igual a la de cualquier otro niño.