Los pediatras aconsejan que los niños que hacen deporte pasen antes por una revisión médica deportiva.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños hagan una hora de ejercicio físico diario. La obesidad es un grave problema también en la infancia y el ejercicio es el principal pilar para combatirlo. La oferta de actividades extraescolares deportivas es muy amplia pero según alertan los médicos, todos los niños que practican deporte deberían pasar antes por un reconocimiento médico para descartar problemas de salud que limiten la práctica de ejercicio.
De hecho, asociaciones científicas como la Asociación Española de Pediatría o la Sociedad Española de Cardiología Pediatría recomiendan que los niños entre 6 y 18 años que vayan a realizar cualquier tipo de actividad deportiva regular a cualquier nivel pasen una revisión médica específica cada dos años.
Este tipo de exámenes médicos son muy habituales en niños que compiten a más nivel, pero no están tan extendidos entre otros ámbitos. "Así como las federaciones deportivas tienen muy interiorizado realizar la exploración física de los menores cuando van a competir, en los colegios es una práctica casi inexistente. Se realizan revisiones médicas, pero si el niño ha de hacer alguna actividad deportiva extraescolar no resultan suficientes, pues no incluyen electrocardiograma y hemos de pensar que muchos de estos niños que juegan a fútbol, baloncesto, balonmano o vóley y compiten igualmente en ligas escolares exigentes, por lo que el riesgo siempre está presente", asegura el Dr. José Manuel Siurana, jefe de la Unidad de Cardiología y Medicina del Deporte del Hospital HM Nens de Barcelona.
Qué puede detectar una revisión médica deportiva
Los reconocimientos médicos deportivos buscan en primer lugar descartar enfermedades cardíacas (cardiopatías congénitas, arritmias, miocarditis, valvulopatías). Ahora bien, según apunta el Dr. Siurana en un comunicado del hospital, "esto no debe suponer un impedimento para que los menores hagan deporte de manera regular si son detectados a tiempo, ya que una vez diagnosticados, se verifica el nivel de actividad más adecuado, se diseña un plan específico y se monitorizan los cambios que pueden producirse en el corazón".
Además de evaluar la salud cardíaca, también se estudia el aparato respiratorio y el sistema músculo-esquelético para detectar si hay problemas de huesos, músculos o ligamentos que son distintos en los niños al estar en fase de crecimiento y pueden contraindicar la actividad deportiva.
Estas pruebas también sirven para valorar el estado general de salud y aconsejar sobre la mejor forma de llevar a cabo la práctica deportiva.
Cómo es una revisión médica deportiva
La revisión médica deportiva que se realiza a los niños consta de dos partes: una entrevista y un examen físico.
La entrevista tiene como objetivo conocer los hábitos de alimentación del niño, si sufre alguna enfermedad, si ha realizado deporte con anterioridad y sus antecedentes familiares.
La exploración física sirve para descartar enfermedades que interfieran en la práctica deportiva. Se realizan las siguientes pruebas:
- Estudio antropométrico (peso, talla, IMC).
- Auscultación cardíaca.
- Medición de tensión arterial.
- Electrocardiograma.
- Auscultación respiratoria.
- Exploración del aparato locomotor, en especial del sistema osteoarticular y muscular, la flexibilidad, los trastornos de la marcha, el contorno de la espalda y el rango de movilidad.
- Exploración del abdomen.
La revisión se puede completar con una ergometría (prueba de esfuerzo) en los deportistas federados mayores de 14 años, que hagan más de 7 horas a la semana o que participen en competiciones internacionales. También ser pueden realizar pruebas complementarias como analíticas sanguíneas o ecocardiogramas si el médico lo considera necesario.