Una neuropediatra alerta sobre los peligros de que un niño de menos de 3 años tenga un móvil en sus manos

Jugar con el móvil a edades muy tempranas provoca que los niños hablen peor y tarden más en hacerlo y también está comprobado que puede afectar a su rendimiento escolar futuro.

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niño usando movil

La exposición a las pantallas puede interferir en el desarrollo del niño.

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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud y nutrición

Ver a un niño de apenas un año o dos en en el cochecito y "pasando" la pantalla del móvil o viendo dibujos en una tablet es hoy en día una situación a lo que nos hemos acostumbrado. Podemos escudarnos en que esos dibujos son educativos pero... ¿realmente es buena esa exposición a las pantallas en un niño tan pequeño?

La neuropediatra Montse Pons, del Hospital de Manacor (Mallorca), ha estudiado a fondo el efecto que provoca el uso de pantallas en niños y asegura que entre 0 y 2 años el consejo médico es que el pequeño no se exponga, o que lo haga lo mínimo posible, a ningún tipo de pantalla, ya sea móvil, tablet, ordenador e incluso televisión.

consecuencias del uso y abuso de las pantallas en los niños

La Dra. Pons asegura que las consecuencias más inmediatas en niños tan pequeños son varias. El problema es que son detalles que a esas edades pueden pasar más desapercibidos.

  • Hablan mal, con un lenguaje más pobre y más tarde. Un exposición excesiva a estos dispositivos puede provocar que el niño tenga un lenguaje mucho más pobre de lo que le corresponde y que tarde más tiempo en desarrollarse en este sentido.
  • Su cerebro "organiza" peor y progresan menos. Este órgano funciona como un director de orquesta que nos permite organizar las tareas que hacemos, insistir en aquello que no nos sale tan bien... Es lo que los médicos llaman funciones ejecutivas y ayudan al niño a aprender y a madurar. Pero si se abusa de las pantallas, estas funciones se ven mermadas y afectan al desarrollo cognitivo del niño y también a su rendimiento escolar en un futuro.
  • Les afecta a la conducta. Pueden provocar una baja tolerancia a la frustración e incluso favorecer problemas de atención e hiperactividad.

En niños un poco más mayores, también aumenta:

  • El riesgo de obesidad, obviamente porque el uso de estos dispositivos es sinónimo de sedentarismo.
  • Y favorece trastornos del sueño. No hay que olvidar que exponerse a la luz de las pantallas antes de dormir es perjudicial por partida doble: dificulta la liberación de melatonina, la hormona que favorece el sueño, y además hace que el cerebro esté en estado de alerta impidiendo el descanso.

Efectos de la exposición a las pantallas

Hemos repasado las consecuencias que puede tener en un niño tan pequeño pero... ¿por qué provoca este efecto la exposición a las pantallas? La neuropediatra Montse Pons asegura que las razones son varias:

  • Le "roba" tiempo para desarrollarse correctamente."Mientras el niño está mirando una pantalla, no está haciendo "otras cosas" que sí son clave para su desarrollo en una edad tan temprana. Es una cuestión de "coste de oportunidades": la tele o el móvil le quita tiempo para jugar, interaccionar con sus padres, hermanos, abuelos...".
  • Favorece la falta de atención. Pons asegura que "si nos fijamos en los dibujos animados, que es lo que más miran los niños, observaremos que los cambios de secuencia son muy rápidos. Sin embargo, su cerebro no es lo suficientemente maduro para asimilar esta rapidez secuencial y se sospecha que eso puede favorecer un déficit de atención".
  • Pierden el interés por el lenguaje."Para que un niño pequeño aprenda, lo que le enseñas tiene que estar próximo a él. Por eso, cuando nos dirigimos a un menor de 2 años solemos señalar el objeto del que le estamos hablando (lo que el niño no ve no existe), se lo repetimos si observamos que nos nos entiende... Nos amoldamos a él. Ese feedback no existe en los dibujos animados porque el lenguaje está descontextualizado: no tiene en cuenta el nivel del pequeño o si lo ha entendido. Por tanto, si un niño consume muchos dibujos, el lenguaje acaba perdiendo interés para él porque, directamente, no le acaba de encontrar un sentido útil".

La neuropediatra asegura que "aunque creamos que muchos dibujos son educativos, muchos estudios han demostrado que antes de los 3 años el cerebro del niño no está preparado para sacarle provecho".

¿Qué es peor: la tele, el móvil o la tablet?

La comunidad médica desaconseja todo tipo de pantallas antes de los 2 años, pero "el móvil y la tablet es más perjudicial porque el adulto pierde totalmente el control de lo que está viendo el niño, mientras que en el caso de la tele es más fácil controlarlo y, sobre todo, interactuar con el niño, comentar lo que está viendo, reír con él...".

No hay que olvidar que hasta los 2 años son muy pequeños, casi bebés, y si tú no le pones un móvil o una tablet en sus manos no sabrá lo que es y no te lo pedirá.

A partir de los 3 años pueden introducirse contenidos educativos aunque esto, asegura Pons, no se suele hacer porque la mayoría de los niños consumen contenidos recreativos y no educativos.

En cuanto al tiempo, entre los 3 y los 6 años no se aconseja más de una hora de tele o equipo electrónico al día.

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