Los alimentos integrales no son, por regla general, perjudiciales para los niños. Al revés, les aportan más vitaminas, minerales y fibra que los que han sido refinados.
Los beneficios de comer toda la familia cereales integrales pueden empezar en el embarazo de nuestros hijos para hacerlo más sencillo.
Pero si no hemos llegado a tiempo, podemos empezar gradualmente, introduciéndolos poco a poco en algunas comidas y siempre dando ejemplo a nuestros hijos.