Todo lo que necesitas saber sobre la alimentación de los bebés

Una correcta alimentación en los primeros años de vida es particularmente importante para la salud presente y futura. ¿Como debe ser la alimentación de los bebés? ¿Cuándo y cómo hay que introducir los sólidos?... Aquí encontrarás la respuesta a las principales dudas sobre la alimentación de los bebés.

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Dra. Amalia Arce

Pediatra

¿Se puede iniciar la alimentación complementaria directamente en trozos?

Se conoce como alimentación complementaria la introducción de alimentos diferentes de la leche durante el primer año de vida, tras los 6 primeros meses en los que el bebé ha sido alimentado exclusivamente con leche (preferiblemente leche materna).

La alimentación complementaria se introduce entre los 4 y los 7 meses de edad, si bien la OMS y muchos otros organismos internacionales recomiendan mantener la lactancia materna los primeros 6 meses de vida.

La introducción de la alimentación complementaria debe ser progresiva, hasta llegar a los 12 meses, donde el bebé prácticamente puede comer de todo, con algunas excepciones.

La forma de introducir la alimentación complementaria está muy condicionada por las costumbres culturales del entorno.

En el momento actual, existe una corriente basada en la introducción directamente de alimentos sólidos, conocida como baby led weaning (BLW) o alimentación dirigida por el bebé, que pretende prescindir de la fase de transición en la que se utilizan los purés o triturados en la alimentación del bebé.

Para poder iniciar la alimentación complementaria directamente en trozos deben darse una serie de premisas:

  • El bebé sea capaz de mantenerse sentado de forma autónoma.
  • Que haya perdido el reflejo de extrusión (tendencia de la lengua a echar hacia fuera lo que entra – suele suceder hasta los 6-7 meses-).
  • Que tenga interés activo por los alimentos (y los sepa manejar).
  • Además, puesto que al principio la ingesta puede ser escasa, debe tener accesibilidad a seguir con sus tomas lácteas.

Los condicionantes hacen que no todos los niños sean candidatos a iniciar la alimentación complementaria directamente con trozos.

En caso afirmativo, igualmente es necesario controlar la evolución de la cantidad y la diversidad de los alimentos y del peso, y vigilar los signos de atragantamiento: el bebé siempre debe estar sentado y vigilado mientras está comiendo, y sería conveniente saber hacer las maniobras de desobstrucción de la vía aérea.

¿Qué alimentos no deben ofrecerse antes del año de edad?

Las recomendaciones sobre la alimentación de los bebés han ido evolucionando a través de los años y en el momento actual parecen ser evidentes dos premisas:

  • La idoneidad de ofrecer lactancia materna durante los 6 primeros meses de vida de forma exclusiva.
  • La escasa solidez de tener un calendario muy predeterminado para la introducción de la alimentación complementaria entre los 6 y los 12 meses del bebé.
  • La alimentación complementaria incluye una gran diversidad de alimentos que se van introduciendo de forma progresiva durante el segundo semestre de la vida del niño, hasta que llegado el primer cumpleaños, tradicionalmente se ha dicho “que el niño se sienta a la mesa con el resto de la familia”.

Con el tiempo se ha ido observando que no existe mayor proporción de alergias e intolerancias retrasando la mayor parte de los alimentos, por lo que el orden ha dejado de ser importante y sin embargo sigue habiendo unos cuantos tipos de alimentos que no se recomiendan antes del año de vida.

Estos 7 alimentos son:

  1. La leche de vaca.
  2. La sal.
  3. El azúcar y los alimentos azucarados.
  4. La miel.
  5. Las verduras de hoja como las acelgas o las espinacas.
  6. El pescado azul de gran tamaño y el marisco.
  7. Frutos secos enteros.

Además debemos tener en cuenta algunos minerales presentes en algunos alimentos y que también deberían evitarse.

  1. Yodo: Presente en las algas.
  2. Arsénico: Presente en bebidas de arroz.
  3. Plomo: Presente en carne de animales cazados con munición.
  4. Cadmio: En los cuerpos y cabezas de los crustáceos.
  5. Mercurio: En algunas especies de pescado azul.

¿Existe algún calendario para introducir alimentos en la dieta de mi hijo?

Probablemente, cuando tu bebé cumpla seis meses (es decir, cuando tenga unos 180 días de vida), algún profesional sanitario te entregará un calendario con las pautas exactas sobre cuándo incorporar alimentos y en qué cantidad. Debes saber que no es necesario seguirlo a rajatabla.

Cada centro elabora el suyo y es extraordinario que los calendarios de dos centros distintos coincidan.

El siguiente es un calendario basado en los últimos consensos de expertos dedicados al tema. Aunque tampoco es necesario seguirlo a rajatabla, claro:

  • Del nacimiento a los 6 meses: No es obligatorio ni deseable que aparezcan nuevos alimentos en su dieta. Ni agua. Puede tomarlos a partir de los cuatro meses, pero que pueda no significa que sea recomendable. La leche materna es fundamental en esta etapa, y el resto de alimentos pueden desplazarla.
  • A partir de los 6 meses: Le ofreceremos alimentos, poco a poco, siempre respetando su apetito, y después de la teta. Evitaremos los sólidos con riesgo de atragantamiento, los desnatados, los zumos, los alimentos salados y la miel.
  • De los 6 a los 10 meses: Hay quien demora deliberadamente la incorporación de alimentos a la dieta de su bebé más allá de los 10 meses, aunque el niño demuestre interés por ellos. No es lo mejor. Si no se los ofrecemos antes de los 10 meses, aproximadamente, pueden surgir dificultades al hacerlo más adelante.
  • A partir del año: Con respecto a la leche, los bebés que maman, con la leche de mamá tienen suficiente. En el caso de los demás, conviene abandonar paulatinamente tanto el biberón como la leche de fórmula, si la toma. Es decir, la leche entera, el yogur o el queso –con moderación, porque lleva muchísima sal– ya pueden formar parte de su dieta. Las leches de crecimiento, por otra parte, no son imprescindibles. Los referentes mundiales en el tema opinan que a partir del año, los niños pueden tomar leche de vaca normal y corriente.
  • A partir de los 3 años. Teóricamente, ya puede tomar los alimentos con riesgo de atragantamiento (como las patatas fritas de bolsa). Digo “teóricamente” porque cada niño es un mundo. Lo mejor es no perderlo de vista cuando tiene entre manos alimentos con los que se puede atragantar.