¿Cuántos regalos debe recibir un niño en Navidad?

Las fiestas navideñas se convierten muchas veces en un festival de regalos para los niños. Pueden parecer encantados pero no es positivo, ni para ellos ni para el bolsillo de los padres. Aplicar la regla de los 4 regalos es útil para no saturarlos.

Actualizado a
¿Cuántos regalos debe recibir un niño en Navidad?
iStock by Getty Images

El ritual de ir desenvolviendo regalos  e ir de una caja a otra  puede convertirse en un problema para el niño si el tiempo dedicado a ello es excesivo.

Bertrand Regader
Bertrand Regader

Psicólogo

Navidad y Reyes son, seguramente, las celebraciones que más ilusión hacen a los niños por los regalos que reciben esos días. Sin embargo, esto crea un dilema a muchos padres: ¿cuántos regalos deben recibir? ¿un exceso de obsequios puede ser perjudicial? Los psicológos aconsejan poner en práctica la regla de los 4 regalos para no saturar a los niños.

El síndrome del niño hiperregalado

En psicología infantil (y en psicología en general) hay un principio fundamental que dice que, en muchas ocasiones, menos es más. Sin embargo, esta idea es relativamente desconocida a nivel popular y de hecho el mito de que "cuanto más, mejor" está muy presente en la mentalidad de muchos padres y madres.

Este mito, unido a una tendencia a no querer contradecir los deseos de los niños para no generar conflictos, y a la competición que se genera entre algunas familias para ver quién trata mejor a sus pequeños, hace que las fiestas de cumpleaños y los días de Navidad se conviertan en un auténtico buffet libre de regalos.

Hoy en día es normal que los obsequios sean tan numerosos que el simple hecho de ir desenvolviendo el papel de las sorpresas yendo de una caja a otra sea en sí mismo un ritual con una duración nada desdeñable. Pero esto, si se convierte en norma general, tiene un efecto perjudicial que se conoce como el síndrome del niño hiperregalado.

Qué ocurre cuando el niño recibe demasiados regalos en Navidad

Si el síndrome del niño hiperregalado se considera algo negativo es porque sus consecuencias se extienden mucho más allá del momento en el que se ofrecen los obsequios y los pequeños juzgan si les gustan o no. Veamos cuáles son sus efectos.

Genera frustración a largo plazo

El efecto más inmediato que tiene abrumar a un niño o niña con regalos es la habituación. Cuando los pequeños se acostumbran a recibir una avalancha de regalos, cualquier caso en el que esta norma se rompa se transforma en algo inadmisible.

Eso implica, por un lado, que los niños se vuelven más dependientes de los regalos, y será más probable que extiendan esta manera de pensar a cualquier situación que requiera sacrificio. Si lo normal es recibir muchos obsequios en Navidad, se asume que esta clave de situaciones también pueden transformarse en compensaciones en situaciones cotidianas, aunque sea en menor medida.

Como esta regla mental no se cumple en la práctica, aparece la frustración y los conflictos, algo que a su vez genera frustración en los padres y madres, que ven que comprar más regalos hace que los pequeños se sientan peor.

Disminuye la ilusión

A su vez, la habituación hace que los regalos se den por sentado y que su anticipación no genere tanta alegría e ilusión. Esto es muy relevante, teniendo en cuenta que el simple hecho de fantasear con los regalos que aún no se tienen genera satisfacción y estimula la imaginación.

La apatía se convierte en una constante y cada regalo, individualmente, se vuelve cada vez más irrelevante. De algún modo, tener una gran cantidad de regalos hace que cada uno de ellos pierda significación.

Falta de tiempo para disfrutar de los regalos

A la limitación psicológica que supone sentir más indiferencia por los obsequios, se le añade una limitación temporal: simplemente, faltan los momentos para usar lo que se recibe, lo cual puede llevar, incluso, a que muchos de ellos caigan en el olvido y no se utilicen jamás. Lo cual significa, por supuesto, que se tira el dinero.

¿En qué consiste la regla de los 4 regalos?

Por todos estos efectos, limitar el número de regalos es una estrategia ganadora de la que se benefician pequeños y adultos. Poner una limitación ayudará a que el hecho de dar regalos no pierda su esencia y siga siendo significativo e ilusionante. Es en esa lógica en la que reposa la regla de los 4 regalos, que consiste en seguir 2 principios básicos:

  • Establecer un máximo de regalos. Ofrecer entre 3 y 5 regalos, siendo esta última cifra el techo de obsequios. Dentro de este rango de posibilidades, aspectos como el precio o las ganas con las que se esperan los regalos influyen en la cantidad a elegir.
  • Apuntar a lo relevante. Indagar en cuáles son los productos que se espera con mayor ilusión y hacer que figuren en la lista de la compra, para alimentar el sentimiento de ilusión sin llegar a abrumar con la cantidad.

Cómo saber si le estás regalando demasiado en Navidad

  • Llega al punto de que los niños no saben ya qué pedir.
  • A los quince minutos se ha cansado del regalo.
  • Hay regalos que ni siquiera se ha dado cuenta que están.
  • No le satisface ninguno de los juguetes que tiene y quiere otro.
  • Empiezan la carta de regalos con un “quiero” en lugar de “deseo” o “me gustaría”.

Consejos para regalar bien en Navidad

  • Se lo ha de merecer. El esfuerzo personal de ser mejores y más solidarios cada día son valores que tendríamos que tener en cuenta a la hora de hacer regalos a nuestros hijos.
  • El catálogo lo miramos juntos. Los niños enloquecen ante tanta oferta. Incluso ahora hay catálogos virtuales, lo que hace que los padres ni siquiera hayan visto lo que pide el niño.
  • Los niños no pueden decidir. Todavía tienen que aprender a madurar. Los padres piensan que ya tiene capacidad de elegir y no es cierto. Hay que guiarles.
  • Ponerse de acuerdo con la familia. No puede marcar diez regalos en un catálogo y esperar que se lo traigan todo, porque como la abuela y la tía también traerán cosas... La familia ha de acordar y decidir quién regala y qué. Como máximo el niño ha de tener tres regalos.
  • Si tiene hucha, pregúntale si se compraría el regalo con su dinero. Si no quiere hacerlo, es un regalo innecesario.
  • Dejar un regalo pendiente. Tienen que aprender a gestionar la frustración y la espera. Que alguna de las cosas que le gustaría, tenga que esperar a que llegue el año que viene.
  • Utilizar de vez en cuando regalos personalizados.