Llamamos estrabismo a cualquier desviación anormal de un ojo o de ambos en alguna de las posiciones de la mirada. Impide dirigir la mirada de los ojos sobre un mismo objeto y comporta una alteración de la visión binocular.
El estrabismo se puede diagnosticar con facilidad con las pruebas de ruptura de la fusión y se puede corregir con gafas, cirugía o ambas cosas.
Existen una serie de situaciones clínicas que pueden simular un estrabismo, a pesar de que los ejes de los ojos sean perfectamente paralelos.
Razones para la confusión
Esta impresión equivocada de la mirada se puede tener por tres motivos:
- Anomalías de los párpados.
- Alteraciones en la amplitud de la raíz de la nariz.
- O asimetrías faciales.
Anomalías en los párpados
Este falso estrabismo recibe el nombre genérico de epicantus. En esta situación existe un pliegue anómalo de piel del párpado en forma de media luna que ocluye la visualización del canto interno del ojo, lo que provoca la falsa sensación de desviación ocular.
Un pliegue anómalo de piel del párpado ocluye la visualización del canto interno del ojo y provoca una sensación de desviación ocular
El epicantus no suele ir acompañado de otros problemas, aunque es frecuente en algunas enfermedades como el síndrome de Down –el 61% de los niños con este síndrome lo presentan–.
Existen cuatro tipos de epicantus, dependiendo del lugar donde esté ubicado el pliegue:
- Tarsal, cuando el pliegue es más prominente en el párpado superior
- Inverso, si el más prominente está en el párpado inferior
- Palpebral, en el caso que el pliegue se distribuya por igual en el inferior y el superior
- Supraciliar, si surge de la ceja y termina encima del saco lagrimal
El epicantus puede acompañarse de párpado caído (ptosis palpebral).
Alteraciones en la amplitud de la raíz de la nariz
Si la parte superior de la nariz es muy amplia favorece la sensación de falso estrabismo.
Asimetrías faciales
Es un caso menos habitual, pero hay ocasiones en que la falta de simetría del rostro puede provocar también falso estrabismo.
Algunas enfermedades generales cursan con asimetría facial, como la secuencia de Goldenhar.
Una visión normal
El falso estrabismo es uno de los motivos de consulta más frecuentes en oftalmología infantil durante los dos primeros años de vida. Esta sensación de que al niño se le desvía un ojo o ambos, se hace mucho más evidente cuando mira de lado o en las fotografías.
A medida que el niño va creciendo, la sensación de desviación tiene tendencia a desaparecer
Un signo muy característico es la ubicación del reflejo de una luz puntual sobre la córnea. En el epicantus, el reflejo corneal está en el centro de la pupila, mientras que en el estrabismo está desplazado.
En los casos de falso estrabismo, la agudeza visual y las pruebas de visión binocular son normales.
No es necesario ningún tratamiento específico, porque a medida que el niño va creciendo, la sensación de desviación tiene tendencia a desaparecer.
Controles imprescindibles
La existencia de falso estrabismo no excluye la presencia de estrabismo verdadero. Es decir, un niño puede tener desviación real de los ojos y, además, tener epicantus, raíz de la nariz ancha o asimetría facial. Lo que hay que tener en cuenta:
- Si se da una desviación constante de los ojos, hay que visitar al oftalmólogo pediátrico antes de los seis meses.
- A partir de esa edad, si la desviación es intermitente, también es recomendable acudir al especialista.
- A los 18 meses debería hacerse una exploración aunque no haya sospecha de patología.