Este es el caso de la apendicitis, una enfermedad que si no se diagnostica rápidamente puede derivar en complicaciones y requerir una cirugía más compleja.
“Aproximadamente entre un 30% y un 40% de las apendicitis han llegado en un estado más evolucionado”, explica la Dra. Josefa Rivera, coordinadora del Comité Científico de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
- Esto probablemente se pueda explicar por la prudencia de los padres a la hora de llevar a los niños al hospital durante la crisis sanitaria, y a que los síntomas de la apendicitis se pueden confundir fácilmente con los de otras enfermedades gastrointestinales.
¿Por qué ocurre la apendicitis?
“El abdomen agudo por apendicitis es una patología muy frecuente en la edad pediátrica”, señala la doctora. Aunque puede suceder a cualquier edad, a partir de los 30 años es menos frecuente.
Se da cuando el apéndice, un pequeño saco adherido al intestino grueso, se inflama.
- Esto puede deberse a distintas causas, entre ellas, la obstrucción del apéndice o la acumulación de restos orgánicos del propio intestino que puede desencadenar una infección.
“Normalmente se dan durante todo el año, pero siempre hay picos relacionados con los cambios estacionales y posiblemente con virus gastrointestinales asociados”, explica la doctora. En la época de primavera-verano suele ser cuando se dan más casos.
- También los cambios en la alimentación pueden tener algo que ver en el desarrollo de apendicitis.
la señales de que puede ser apendicitis
El principal síntoma de la apendicitis es el dolor abdominal. Sin embargo, este es un síntoma común a otras enfermedades gastrointestinales.
“Un dolor abdominal muy localizado en el centro del abdomen, alrededor del ombligo, que luego viaja hacia la parte baja derecha del abdomen, que se mantiene y que va acompañado de una pérdida de apetito, y una sensación de malestar en el niño, nos debe hacer pensar que hay que evaluar el abdomen”, explica la Dra. Rivera.
También se puede unir a fiebre no muy alta (hasta 38º) y puede provocar vómitos, aunque no ocurre en todos los casos.
- Los síntomas de la gastroenteritis, además del dolor abdominal suelen incluir vómitos y también diarreay no suele dar fiebre.
- Un síntoma distintivo es el orden en el que aparecen los síntomas: en la apendicitis primero suele aparecer el dolor abdominal y al cabo de unas horas los vómitos. En general, la gastroenteritis causa vómitos y diarrea y después dolor.
La apendicitis empieza con dolor abdominal y no suele dar diarrea
Otra señal a tener en cuenta es que “el dolor abdominal de una gastroenteritis es un dolor más en accesos, lo que llamamos el dolor cólico, unas veces duele y otras no, mientras que el dolor de una apendicitis es más constante”, aclara la doctora.
Además, es un dolor que se vuelve más punzante con el movimiento. Así, una señal de apendicitis podría ser que al sentarse o al levantarse de la cama le duele más que cuando el niño permanece quieto. Por ello el médico suele palpar y apretar el abdomen cuando hace el examen ya que al hacerlo, si es apendicitis, el dolor aumenta en el momento de presionar la zona.
- Debemos estar alerta ante cualquier dolor en la zona abdominal y acudir a urgencias si sospechamos que se puede tratar de una apendicitis.
¿Y si la apendicitis se complica?
Si se diagnostica en las primeras 24-48 horas, la cirugía suele ser más sencilla porque el apéndice estará inflamado, pero probablemente no se habrá desarrollado una infección en el interior de la pared abdominal. El alta se da normalmente a las 48-72 horas.
“Si evoluciona 3 o 4 días, la infección sale de ese pequeño conducto, se disemina y puede producir una inflamación e infección en los alrededores del apéndice”, señala la doctora.
En este caso la cirugía es más compleja y la recuperación más larga (el alta pude tardar entre 5 y 10 días).
- En los casos más graves, la apendicitis puede perforarse y causar una peritonitis (una infección diseminada en la cavidad abdominal), que requiere una intervención quirúrgica urgente.
¿Cómo se diagnostica la apendicitis?
“Normalmente la presentación clínica y la exploración suelen orientar mucho”, explica la Dra. Rivera. El lugar donde está ubicado el dolor, el tipo de dolor y cómo lo expresa el niño, suele proporcionar mucha información a los médicos para sospechar una apendicitis.
- También puede ser necesario hacer una analítica al niño para detectar signos de infección y una ecografía para visualizar el apéndice.
En caso de que se decida realizar la cirugía y el cirujano no aprecie una apendicitis, el apéndice se extrae de todos modos para evitar futuras complicaciones.
“En cualquier abdomen que se abre, si se puede, se retira el apéndice, porque sabemos que la apendicitis es una situación que se puede dar en cualquier momento de la vida, y en el paciente adulto las causas de dolor abdominal son más diversas”, explica.